Justicia paraguaya impone condena máxima a dos bolivianos por asesinato
Dos ciudadanos bolivianos fueron condenados a 40 y 20 años de prisión por el secuestro, homicidio y descuartizamiento del empresario kazajo Mikhael Vasilievich Legotkin en febrero de 2022. Un tribunal de Paraguay declaró culpables a Víctor Álvaro Roca Vargas y a Cristhian Picha Ricaldi. La Fiscalía estableció que el crimen se debió a una deuda de la víctima con una organización criminal internacional.
Detalles de las sentencias y el móvil del crimen
El sicario Víctor Álvaro Roca Vargas recibió 30 años de pena ordinaria más 10 de medidas de seguridad. Su cómplice, Cristhian Picha Ricaldi, fue sentenciado a 15 años de pena ordinaria y 5 adicionales de medidas de seguridad. El fallo lo emitió un Tribunal de Sentencia del departamento Central. La investigación fiscal determinó que los acusados viajaron desde Bolivia para matar a Legotkin, quien debía 200.000 dólares a un «patrón» de una banda criminal internacional.
Reconstrucción de los hechos
El secuestro ocurrió el 3 de febrero de 2022 en el motel Casa Blanca de Emboscada. Los condenados redujeron a golpes a la víctima con un pretexto. Lo trasladaron a una casa en San Antonio, donde fue asesinado al día siguiente. Compraron un congelador para ocultar el cuerpo y, posteriormente, lo descuartizaron. Los restos fueron enterrados en una fosa en Ypané.
Antecedentes: una investigación basada en seguimiento
Los responsables fueron capturados el 11 de febrero de 2022 tras un minucioso trabajo con cámaras de seguridad. Este rastreo permitió seguir sus movimientos desde el abandono de la camioneta de la víctima en Villa Elisa hasta el alquiler de un vehículo usado en el crimen en Luque. Los fiscales Gedeón Marcel Escobar Torres, Carlos Alberto Maldonado Ramírez y María Irene Álvarez Ferrario de Monges sostuvieron la acusación.
Cierre: Reclusión y repercusión del caso
Roca Vargas cumplirá condena en la cárcel Padre Juan Antonio de la Vega, mientras que Picha Ricaldi lo hará en el penal de Emboscada Antigua. El caso causó conmoción en Paraguay por su nivel de planificación y extrema violencia, siendo considerado uno de los más brutales de los últimos años en el país.