Bolivia merece algo mejor (Segunda parte)

Bolivia atraviesa una crisis económica caracterizada por la escasez de dólares, combustible y el incremento de los precios. A pesar de la aprobación de 44 créditos internacionales desde noviembre 2020, la falta de liquidez persiste y el gobierno no ha dado respuestas claras sobre el destino de estos fondos.
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Bolivia en crisis
Bolivia en crisis

En un artículo anterior me referí a la crisis que atraviesa Bolivia, caracterizada por la falta de dólares, combustible (diésel y gasolina) y el aumento de los precios.

En ese artículo mencionaba que desde hace más de un año Bolivia enfrenta periodos de escasez de diésel y gasolina. Estos periodos de escasez empezaron a ser cada vez más frecuentes y prolongados. Es evidente que en esta última semana la crisis se ha agudizado y, aunque el Gobierno admitió que no puede cubrir la demanda por falta de dólares, no encuentra soluciones; únicamente intenta buscar culpables, como la Asamblea Legislativa Plurinacional, que no aprueba los créditos con organismos de financiamiento internacional.

Sin embargo, de acuerdo con datos obtenidos de la Gaceta Oficial de Bolivia, desde noviembre de 2020 se han aprobado 44 créditos internacionales por un monto aproximado de 5.266 millones de dólares [1] en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Muchos de estos créditos sirven para libre disponibilidad, pero la pregunta que debería hacerse al Gobierno es: ¿qué ha pasado con ese dinero?

Por otro lado, de los 16 créditos de financiamiento pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional, ninguno está específicamente relacionado con la compra de combustible. La explicación del Gobierno es que el dinero de estos créditos ingresa al Banco Central de Bolivia en dólares, los cuales sirven para la compra de combustibles, ya que la inversión para la ejecución de estos créditos (construcción de puentes, carreteras, etc.) se realiza en bolivianos (que, según el Gobierno, «tenemos en abundancia»). Pero repito la pregunta: ¿qué pasó con el dinero de los 44 créditos ya aprobados?

La Asamblea Legislativa Plurinacional ha sancionado un crédito de 176 millones de dólares para la construcción de la carretera de doble vía Caracollo-Colomi, tramo Confital-Bombeo. Sin embargo, el Gobierno no pretende promulgar ni publicar esta norma debido a que, en esa misma sesión, se aprobó la ley para el cese de mandato de los magistrados «autoprorrogados», y el Gobierno desconoce la legalidad de dicha sesión.

Finalmente, en un polémico fallo del 20 de marzo, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) —mediante la Sentencia Constitucional 0113/2024 del 27 de diciembre de 2024 (aclarando que fue notificada recién el jueves 20 de marzo de 2025)— declaró nula la convocatoria a la séptima sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional del 5 de junio de 2024, misma que fue convocada por el entonces presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.

Pese a declarar nula dicha convocatoria, el TCP hizo una excepción y validó la aprobación del Decreto Presidencial de Amnistía e Indulto, así como el contrato de préstamo para la construcción de la doble vía Caracollo-Colomi (tramo Confital-Bombeo) por 176 millones de dólares.

El 26 de marzo de 2025, el presidente Luis Arce promulgó la Ley 1623, que aprueba el crédito de 176 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF) mencionado anteriormente. Con esta ley, el Gobierno sumará 176 millones de dólares al flujo de divisas que, hasta la fecha, faltan en el país.

Cabe mencionar que los organismos de financiamiento internacional no desembolsan los créditos inmediatamente. El trámite para el desembolso puede durar meses y, en algunos casos, no se entrega el monto completo, sino que se realiza por partes, de acuerdo con los avances del proyecto.

De igual manera, el miércoles 19 de marzo, el presidente Luis Arce promulgó la Ley 1622, que aprueba el contrato de préstamo con la CAF por un monto de hasta 75 millones de dólares, destinado al «Programa de Apoyo para la Gestión de Riesgos ante Eventos Adversos del Clima» [2].

Falta de combustible

Nuevamente se observan en todo el país largas filas de autos, camiones, buses —tanto particulares como del transporte público— intentando cargar gasolina o diésel para cumplir con sus actividades.

Hace dos días, ante la coyuntura actual, el Gobierno emitió 10 medidas transitorias por la falta de combustible. Entre ellas destacan: horario continuo para trabajadores del sector público y privado, clases virtuales (según evaluación de las direcciones departamentales de educación) y priorización en la dotación de combustibles a las alcaldías para servicios básicos [3].

Analistas políticos y economistas han catalogado estas medidas como paliativas, no así como soluciones estructurales al problema de escasez.

En una entrevista con Radio San Gabriel, el presidente Luis Arce afirmó:
«No tenemos problemas con la subvención; el problema es la adquisición, la compra, la importación del combustible, que se nos dificulta por la falta de divisas. Ese es el problema que enfrenta el país, y ya no tenemos capacidad para responder plenamente a la demanda».
Y añadió:
«Nos han convertido en importadores de combustibles. En 2016 producíamos el 50% del diésel e importábamos el otro 50%; ahora importamos el 90%» [4].

Ante esto, es urgente resolver la crisis de divisas. Hasta ahora, la única solución del Gobierno es la aprobación de créditos pendientes en la Asamblea Legislativa. Pero, ¿hasta cuándo la población estará dispuesta a sacrificarse? Peregrinar de surtidor en surtidor, hacer filas interminables sin garantía de encontrar combustible… Es un momento crítico para los bolivianos, que además enfrentan el alza diaria de los precios de la canasta familiar.

Desde mi análisis, una solución estructural requeriría medidas como la exploración de hidrocarburos y la construcción de plantas de biodiesel para reducir importaciones. Sin embargo, el Gobierno se ha mostrado reacio a eliminar la subvención a los hidrocarburos, pese a su alto costo.

Hace unos días, YPFB declaró que no tiene dólares y no podrá satisfacer el 100% de la demanda interna [5]. Frente a esto, el Gobierno emitió un Decreto Supremo que autoriza a YPFB a comprar carburantes con criptomonedas —aunque se desconoce qué proveedores aceptarían este pago— y a adquirir divisas de entidades financieras públicas para importar petróleo crudo, diésel o insumos [6].

Aunque en los últimos días el suministro mejoró levemente, la pregunta sigue en el aire: ¿cuánto durará este periodo de relativa normalidad?

Sectores afectados

Los más perjudicados son los sectores agroindustrial, ganadero, exportador, minero, transporte pesado/urbano/interprovincial, recolección de basura, patrullajes policiales y maquinaria para emergencias, todos golpeados por el desabastecimiento [7].

Se calculó que el 60% del transporte público no opera por las horas de espera para cargar combustible [8].

En resumen, el abastecimiento de combustibles se ha visto afectado tanto por la reducción productiva como por la escasez de dólares, que dificulta las importaciones. Autoridades gubernamentales anunciaron en conferencia de prensa que esperan normalizar el suministro en todo el país hasta el 31 de marzo.

Escasez de dólares

Como mencioné antes, desde 2023 la crisis económica se agravó con restricciones a transacciones en dólares: límites para retiros de ahorros, giros internacionales, uso de tarjetas en el exterior y pagos por internet.

Pese a que el Gobierno no ha devaluado el boliviano, la escasez ha creado un mercado paralelo donde el dólar alcanzó los Bs 12 (casi el doble del tipo de cambio oficial) [9]. La falta de divisas persiste sin soluciones a corto plazo. Los créditos legislativos podrían dar un respiro, pero no resuelven el problema de fondo.

Precios de la canasta familiar

En los últimos meses, los precios se han disparado, triplicándose en muchos casos. Según el INE, la inflación anual en febrero de 2025 fue del 13,2% (1,2 puntos más que en enero), con una inflación acumulada del 3,24% en lo que va del año [10]. La cifra de febrero (1,26%) es casi cinco veces mayor que la de 2024 (0,28%), y la interanual (13%) es la más alta en 33 años [11].

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumidor en Bolivia  en febrero de 2025 ha sido del 13,2%, 1,2 puntos superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (ha sido del 1,3%, de forma que la inflación acumulada en 2025 es del 3,24%.

En este sentido, Bolivia cerró el mes de febrero con una tasa de inflación del 1,26%, con la cual la cifra acumulada de lo que va del año se elevó a 3,24%.

La cifra representa casi la mitad de lo proyectado por el Gobierno para toda la gestión. Según el Presupuesto General del Estado, para 2025 el Gobierno ha previsto prevista una inflación anual de 7,5%.

Es así que la inflación de febrero es casi cinco veces mayor que la registrada el mismo mes del año pasado, cuando llegó a 0,28% y el porcentaje interanual, de los últimos doce meses, es de 13%, el más alto en los últimos 33 años.

Un tema que es preocupante es la subida de precios de los medicamentos tanto para enfermedades crónicas como ambulatorias  han sufrido un aumento de precio estos últimos meses de hasta en un 200 % [12] ,. En algunos casos los medicamento no están disponibles ni siquiera con un precio alto porque los laboratorios no logran importar lo de antes debido a la escasez de dólares.

En noviembre de 2024 el Gobierno ordenó quitar los aranceles a las importaciones de medicamentos y también se conformó un comité de control de los precios en las farmacias, pero hasta el momento, estas medidas no han dado resultado porque vemos como cada día los medicamentos aumentan de precio.

Preocupa especialmente el aumento de hasta el 200% en medicamentos  [12]. Pese a que en noviembre de 2024 el Gobierno eliminó aranceles a medicinas y creó un comité de control de precios, estas medidas no han dado resultados.

Conclusión

La combinación de escasez de dólares, desabastecimiento de combustible y alza de precios ha sumido a Bolivia en una crisis insostenible, cuyos efectos impactan a toda la sociedad. Difícilmente esta situación podrá revertirse en el corto plazo.

Es desgarrador ver al país desmoronarse así. Bolivia merecía una gestión responsable, con soluciones estructurales —como la exploración de recursos naturales y la reactivación económica—, no solo parches coyunturales. Hoy, las protestas sociales exigen acciones, pero el Gobierno no ofrece respuestas reales.

A los bolivianos solo nos queda esperar las elecciones de agosto con la esperanza de un cambio. Sin embargo, la recuperación será larga y requerirá decisiones difíciles. ¡Mientras tanto, Bolivia, cómo dueles!

Fuentes

  1. Información propia en base a datos obtenidos de la Gaceta Oficial de BoliviaInicio Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia

  2. Gaceta Oficial de Bolivia Inicio Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia

  3. Correo del Sur Estas son las 10 medidas económicas acordadas entre el Gobierno y los empresarios

  4. Agencia Boliviana de Información Arce reitera que el problema en la provisión de combustibles no es la subvención sino la falta de dólar

  5. UNITEL YPFB admite que en este momento no puede cubrir la demanda de combustible a sectores productivos

  6. El Deber, Autorizan a YPFB adquirir divisas y activos virtuales de la banca para importar combustible

  7. Agencia de Noticias FIDES, Al menos unos 10 sectores son los más afectados por la falta de combustible en el país

  8. URGENTE.BO Reduce el servicio de transporte público en La Paz y El Alto por

  9. UNITEL Dólar paralelo se dispara a Bs 12 en medio de la escasez de combustible en Bolivia

  10. INFOBAE La inflación en Bolivia llegó a la mitad de la meta fijada para este año

  11. INFOBAE La inflación en Bolivia llegó a la mitad de la meta fijada para este año

  12. INFOBAE El precio de los medicamentos se disparó en Bolivia por la falta de dólares que atraviesa el país