Carney gana elecciones en Canadá centradas en aranceles de Trump

Mark Carney asume como primer ministro de Canadá con el reto de redefinir la relación con EE.UU. tras una campaña marcada por los aranceles comerciales impuestos por Trump.
POLITICO
Persona de pie delante de varias banderas con hojas de arce rojas.
Un hombre de traje posa frente a un conjunto de banderas con el diseño de la bandera nacional de Canadá.

Carney gana elecciones en Canadá centradas en aranceles de Trump

El nuevo primer ministro buscará redefinir la relación con EE.UU. tras una campaña marcada por los impuestos comerciales. La reunión con Trump este martes tendrá un tono pragmático, sin grandes expectativas de avances inmediatos. La economía canadiense depende en un 75% del comercio con su vecino del sur.

«No esperen humo blanco en esta reunión»

Mark Carney, recién elegido primer ministro de Canadá, advirtió que no habrá soluciones rápidas a los aranceles impuestos por Trump. Aunque los impuestos ayudaron a su victoria electoral, ahora busca «reinicar» la relación bilateral con un enfoque amplio que incluya seguridad, inteligencia y comercio. «Canadá y EE.UU. son dos naciones soberanas», declaró en su discurso de victoria.

La indiferencia de la Casa Blanca

Funcionarios de Trump describieron el encuentro como «una visita de trabajo rutinaria», sin ceremonias especiales. Tres fuentes anónimas del gobierno estadounidense coincidieron en que el presidente no tiene objetivos concretos para la reunión. Trump solo ha calificado a Carney como «un tipo agradable» tras dos llamadas telefónicas previas.

La estrategia de Carney

El líder canadiense aprovechará que no es Justin Trudeau, cuya relación con Trump fue tensa. Según un aliado de Carney, su prioridad es reducir la dependencia comercial de EE.UU. buscando nuevos socios en Europa, aunque reconoce que es un proceso lento. El 75% del comercio canadiense depende actualmente de EE.UU.

De aliados a rivales comerciales

Trump fracturó la relación bilateral con aranceles a vehículos, acero y aluminio, además de bromas sobre anexar Canadá como «el estado 51». Carney respondió con un discurso patriótico: «EE.UU. quiere nuestra tierra, agua y recursos, pero eso nunca pasará». Los comentarios de Trump, sin embargo, son vistos por sus aliados más como una queja por el déficit comercial que como una amenaza real.

Un encuentro con bajo listón

Analistas y funcionarios anticipan que el éxito de la reunión se medirá por evitar un enfrentamiento público. El objetivo máximo sería acordar futuras negociaciones; el mínimo, mantener un tono educado. Carney intentará crear química personal con Trump y explorar cooperación en seguridad fronteriza o minerales críticos, según estrategas cercanos a la Casa Blanca.

Dos vecinos, intereses encontrados

Canadá y EE.UU. comparten una de las relaciones económicas más estrechas del mundo, pero los aranceles de Trump y su retórica agresiva han tensionado la dinámica histórica. Carney hereda este escenario tras una campaña donde capitalizó el malestar canadiense hacia las políticas comerciales estadounidenses.

El primer paso de una larga negociación

El encuentro marcará el tono de una relación que ambos países necesitan reconstruir, pero sin soluciones inmediatas. Mientras Trump prioriza otros frentes internacionales, Carney buscará diversificar el comercio canadiense sin romper abruptamente con su principal socio.