Exjefe de gabinete de Connolly se postula para su escaño en Virginia
James Walkinshaw busca reemplazar al congresista demócrata Gerry Connolly, quien renunció por cáncer. El candidato, respaldado por su exjefe, se presenta como opositor a Trump en un distrito fuertemente azul. La vacante también desató pugnas por el liderazgo en el Comité de Supervisión.
«No me achico ante Trump»: la apuesta de Walkinshaw
El supervisor del condado de Fairfax y exjefe de gabinete de Connolly anunció su candidatura con un discurso progresista, oponiéndose a la NRA y defendiendo el aborto. «Trump cuenta con que tengamos miedo, pero no retrocederé», declaró en redes sociales. Connolly lo avaló públicamente, destacando su «experiencia inigualable» y valores progresistas.
El peso del respaldo de Connolly
El congresista, que ganó por más de 33 puntos en 2024, calificó a Walkinshaw como «una de sus mejores decisiones» al nombrarlo jefe de gabinete en 2009. La carta de apoyo, filtrada a POLITICO, podría ser clave en este distrito suburbano de Washington, tradicionalmente demócrata.
Vacante que agita al Comité de Supervisión
La renuncia de Connolly, vicepresidente del Comité de Supervisión, desató una pugna entre demócratas por su puesto. Stephen Lynch (Massachusetts) ya cuenta con su respaldo, mientras Robert García (California) y Jasmine Crockett (Texas) exploran candidaturas. Alexandria Ocasio-Cortez (Nueva York), que compitió sin éxito en 2024, descartó participar.
El factor salud
Connolly anunció en abril que no buscaría la reelección por la reaparición de su cáncer de esófago. También planea dejar pronto su liderazgo en el comité, acelerando las negociaciones internas en el partido.
Un distrito blindado para los demócratas
Virginia-11, el distrito que Connolly representó desde 2009, es un bastión progresista con elecciones decididas por amplios márgenes. En 2024, el congresista superó a su rival republicano por más de 33 puntos, reflejando su arraigo local.
La batalla continúa, pero con nuevos rostros
La candidatura de Walkinshaw consolida la transición generacional en un escaño clave, mientras los demócratas buscan mantener su influencia en el Comité de Supervisión. El distrito, aunque seguro para el partido, será escenario de un relevo marcado por el legado de Connolly y la sombra de Trump.