Cardenales se aíslan en el Vaticano para elegir al sucesor del papa Francisco
133 purpurados menores de 80 años participarán en el cónclave desde este miércoles. El proceso, marcado por el secretismo y la diversidad geográfica, decidirá el futuro de los 1.400 millones de católicos tras el pontificado reformista de Francisco.
«Cinco o seis perfiles con opciones reales»
El cardenal Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, señaló que existen varios candidatos viables, aunque ninguno destaca claramente. Los electores, procedentes de 70 países, debatieron previamente temas clave como finanzas vaticanas, abusos sexuales y unidad eclesiástica.
Logística y aislamiento extremo
Los cardenales se alojarán en la residencia Santa Marta y un edificio anexo, con habitaciones asignadas por sorteo. Quedarán incomunicados desde el miércoles a las 15H00 (13H00 GMT), sin teléfonos ni internet, mientras el personal de apoyo juró guardar secreto bajo pena de excomunión.
La mirada puesta en la Capilla Sixtina
El voto se realizará bajo los frescos de Miguel Ángel, con la fumata blanca como señal de elección. Los últimos cónclaves duraron dos días, pero esta vez podría prolongarse por la diversidad de electores y la ausencia de un favorito claro.
Un legado que divide aguas
El pontificado de Francisco, el primer papa latinoamericano, combinó fervor popular con tensiones internas por sus reformas. El 75% de los cardenales electores fueron nombrados durante su mandato, lo que influirá en la elección del 267º pontífice.
El humo decidirá
El proceso reflejará la capacidad de la Iglesia para mantener su unidad en un contexto globalizado. Miles seguirán la fumata en la plaza San Pedro, mientras los purpurados buscan un consenso que marcará el rumbo del catolicismo.