OpenAI cuestiona vínculos entre grupo opositor y Elon Musk
La empresa sugiere que una coalición contra su reestructuración lucrativa podría estar vinculada al magnate. La polémica surge en medio de una batalla legal entre Musk y OpenAI por el cambio de modelo de negocio. La coalición niega cualquier financiación por parte del empresario.
«¿Coordinación con Musk o simple coincidencia?»
OpenAI envió una carta, obtenida por POLITICO, donde cuestiona si la Coalición para la Integridad de la IA sin Fines de Lucro (CANI) está alineada con los argumentos de Elon Musk contra su reestructuración. La abogada Ann O’Leary, exjefa de gabinete del gobernador Gavin Newsom, acusó a Musk de usar «tácticas de mala fe» para perjudicar a la empresa.
La respuesta de la coalición
La portavoz de CANI, Becky Warren, negó cualquier conexión financiera con Musk y afirmó que es una organización «de base», financiada por el profesor de Harvard Larry Lessig y la familia del exingeniero de OpenAI Suchir Balaji. «No somos un grupo de Musk», insistió Warren.
Presión política y legal en California
La coalición impulsó un proyecto de ley en febrero que, en su versión original, habría dificultado la conversión de OpenAI a una estructura con fines de lucro. Sin embargo, la asambleísta Diane Papan lo modificó abruptamente en marzo. OpenAI ahora solicita una reunión con CANI para «aclarar posibles afiliaciones».
Múltiples frentes contra OpenAI
Además de la demanda de Musk, más de 30 ex empleados, premios Nobel y grupos civiles han pedido a los fiscales de California y Delaware que bloqueen el cambio. El fiscal Rob Bonta ya investiga el caso, pero se ha negado a unirse a la acción legal de Musk.
De beneficio público a negocio privado
OpenAI fue fundada como una organización sin fines de lucro, pero su plan de convertirse en una empresa rentable ha generado críticas. Musk, quien cofundó la compañía y luego creó su rival xAI, argumenta que el cambio traiciona su misión original. CANI exige que los activos de OpenAI se usen solo para fines no lucrativos.
Un conflicto que no cesa
La disputa refleja las tensiones en el desarrollo de la IA, donde intereses comerciales y éticos chocan. Mientras OpenAI defiende su transición, sus detractores insisten en que el bien público debe prevalecer. El resultado podría sentar un precedente clave para el futuro de la industria.