Bolivia prevé nombrar embajador en EE.UU. en 2026 tras 15 años de distanciamiento
El Gobierno de Rodrigo Paz designará un embajador en Washington en el transcurso de 2026. El canciller Fernando Aramayo descartó una designación inmediata y afirmó que el proceso requiere seriedad institucional. Bolivia y Estados Unidos avanzan hacia la recomposición plena de sus relaciones diplomáticas.
Un proceso que «no es repartija de pegas»
El canciller Fernando Aramayo explicó que el intercambio de embajadores no será inmediato. «Esto no puede darse de la noche a la mañana. Este no es un espacio de repartija de pegas», afirmó a EL DEBER. Señaló que se deben seguir procesos administrativos y legislativos tanto en Bolivia como en EE.UU.
Agenda amplia más allá de la diplomacia
La visita de Aramayo a Washington incluyó reuniones con entes multilaterales y banca internacional. El canciller detalló que hubo interés de grupos empresariales, con delegaciones ya en Bolivia. El restablecimiento formal de relaciones con Israel es otra parte del reposicionamiento exterior.
Cooperación en seguridad con un enfoque amplio
Consultado sobre el retorno de la DEA, Aramayo indicó que la cooperación es más amplia. «No solo se trata de la DEA, sino de muchos otros mecanismos», afirmó. Remarcó que Bolivia enfrenta el desafío de cinco fronteras y más de 7.000 kilómetros de límite internacional.
Señales con cautela al crimen organizado
El canciller advirtió que las señales deben darse con resultados, no con discursos. «No se puede alertar al crimen organizado anunciando cada paso», sostuvo. La cooperación se plantea a nivel regional y global.
Antecedentes: Un distanciamiento desde 2008
Bolivia y Estados Unidos no intercambian embajadores desde 2008. En ese año, el entonces presidente Evo Morales expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg. Washington respondió con una medida similar y la relación se mantuvo a nivel de encargados de negocios.
Cierre: Un giro diplomático en marcha sin improvisación
El intercambio de embajadores avanza sin plazos cerrados, pero con una señal política clara. El Gobierno insiste en que la normalización no será improvisada. El presidente Rodrigo Paz tiene como eje central poner a Bolivia en el mundo y retomar relaciones con países clave.