Expertos advierten que la deshidratación en invierno es un riesgo frecuente
La sensación de sed disminuye un 40% con el frío. Los expertos en salud señalan que la deshidratación suele pasarse por alto en invierno, lo que aumenta el riesgo de fatiga, niebla cerebral y problemas renales.
La hidratación invernal es crucial para la salud
Yadira Santiago Banuelos, de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Purdue, afirma que la hidratación es clave para la piel, las articulaciones y el sistema inmunológico. Ayuda a proporcionar esa capa húmeda de la membrana mucosa que ayuda a prevenir virus, explica.
Factores que aumentan el riesgo en frío
La gente no asocia el invierno con la deshidratación y la respuesta del cuerpo a la sed se debilita. El aire seco, la micción frecuente y un sudor que se evapora rápido contribuyen a la pérdida de líquidos.
Consecuencias de no beber suficiente
La deshidratación puede causar mareos, piel seca y fatiga. Una deshidratación prolongada aumenta el riesgo de problemas renales, como insuficiencia o cálculos.
¿Cuánta agua se necesita al día?
La recomendación general de ocho vasos no es universal. Los hombres necesitan unos 3 litros diarios y las mujeres alrededor de 2. Las necesidades aumentan durante el embarazo o la lactancia.
Un riesgo subestimado en la estación fría
Los profesionales sanitarios alertan de que el invierno crea condiciones engañosas que favorecen la deshidratación, al reducir la percepción de sed y aumentar la pérdida de humedad.
Implicaciones para la salud pública
La advertencia de los expertos subraya la necesidad de mantener pautas de hidratación consistentes todo el año, ya que los efectos de la deshidratación invernal pueden ser graves.