Ucrania produce misil de crucero Flamingo en fábricas secretas
Ucrania fabrica ahora más del 50% de las armas que usa en el frente. La BBC accedió a una planta secreta donde se ensambla el misil de crucero Flamingo, con un alcance de hasta 3.000 kilómetros. La producción se dispersa y oculta para protegerla de los ataques rusos.
Producción bajo fuego y en secreto
La visita a la fábrica de la empresa Fire Point se realizó con los ojos vendados y sin teléfonos. Dispersar y esconder la producción de estas armas es clave para la supervivencia, tras el impacto en dos de sus plantas. En la línea de montaje, los misiles Flamingo están en varias fases de finalización.
Un arma de largo alcance fabricada en el país
El Flamingo es un misil de crucero de fabricación doméstica. Iryna Terekh, directora técnica de Fire Point, explica que es negro “porque come petróleo ruso”. Este tipo de arma de ataque profundo es el que las naciones occidentales se han mostrado reacias a suministrar.
Estrategia de ataque a la economía de guerra
Ucrania emplea estas armas para reducir el potencial económico y militar de Rusia. El general Oleksandr Syrskyi afirma que los ataques de largo alcance han costado a la economía rusa más de 21.500 millones de dólares este año. Las Fuerzas de Operaciones Especiales han ejecutado cientos de ataques a refinerías y fábricas de armas.
Escalada en la producción de drones
Fire Point, una start-up creada tras la invasión, produce ahora 200 drones diarios. Sus modelos FP1 y FP2 han realizado el 60% de los ataques ucranianos de largo alcance. Cada drone cuesta unos 50.000 dólares, un tercio del precio de un Shahed ruso.
Antecedentes: De la dependencia a la autonomía
Al inicio de la guerra, Ucrania dependía mayoritariamente de su arsenal de la era soviética. El apoyo militar occidental ayudó a modernizar sus fuerzas, pero ahora el país lidera en el desarrollo de sistemas no tripulados. Casi todo su inventario de armas de largo alcance es de fabricación nacional.
Cierre: Garantías de seguridad mediante producción propia
La empresa evita componentes de China y EE.UU. para que nadie pueda influir en las armas que construyen. Iryna Terekh califica las actuales negociaciones de paz como “conversaciones de capitulación” y sostiene que fabricar sus propias armas es la única forma de proveer garantías de seguridad reales. Ucrania se presenta como un ejemplo de preparación para la guerra.