El cambio climático amenaza las plantas medicinales y la medicina tradicional
El 80% de la población mundial depende de la medicina tradicional para su atención primaria de salud. El aumento de temperaturas, los cambios en las precipitaciones y la pérdida de hábitat están reduciendo los hábitats adecuados para numerosas especies de plantas medicinales, poniendo en riesgo este sistema de salud global.
Una crisis global con rostro local
La revisión global publicada en Frontiers in Pharmacology estudió 367 especies. 106 especies han perdido hábitat adecuado, 94 se están desplazando a nuevas ubicaciones y 33 enfrentan extinción. En Nepal, el kutki, una hierba para la fiebre, ha pasado de cosecharse en cantidades de 40 kilogramos a apenas 5. En Panamá, las parteras indígenas encuentran cada vez más difícil localizar hierbas para el parto.
La ‘fiebre del tiempo’ altera la química de las plantas
Olha Mykhailenko, profesora de la Universidad Nacional de Farmacia de Ucrania, explica que el estrés ambiental altera el perfil fitoquímico. Esto cambia las propiedades medicinales y hace que los remedios tradicionales sean menos predecibles. En el sur de Europa, la composición del aceite de lavanda y romero ha variado, modificando su aroma y efectividad.
Consecuencias culturales y farmacéuticas
La pérdida de estas plantas implica la erosión de conocimientos indígenas milenarios y de posibles fuentes para fármacos modernos, ya que más del 70% de los medicamentos derivan de compuestos naturales. En Samoa, un estudio científico validó que el remedio tradicional matalafi reduce la inflamación con una eficacia comparable al ibuprofeno.
Respuestas comunitarias para preservar el conocimiento
Comunidades de todo el mundo implementan acciones de conservación. En Nepal, la Himalayan Amchi Association ha identificado más de 200 especies alternativas para sustituir plantas amenazadas. En Brasil, los raizeiras del Cerrado crearon una farmacopea con técnicas para 90 medicamentos tradicionales. El objetivo es proteger los sistemas de salud propios frente al cambio climático y la presión agrícola.
Un llamado a la acción interdisciplinar
Los investigadores proponen un marco de trabajo para identificar las especies más vulnerables. Reclaman una respuesta coordinada que combine ecología, conocimiento tradicional y política. Las medidas incluyen regulaciones más estrictas, bancos de semillas, cultivos sostenibles y programas de certificación. La adaptación de la ciencia y la práctica es urgente para preservar las plantas que han curado durante siglos.