Trump incumple promesas de paz y comercio justo a 100 días de su mandato
El presidente estadounidense enfrenta fracasos en política exterior y tensiones con aliados. Su enfoque maximalista y medidas unilaterales han generado incertidumbre global, según analistas. La Casa Blanca defiende su estrategia «América Primero».
«Disrupción con volatilidad»: un balance controvertido
Donald Trump ha amenazado con anexar territorios, impuesto aranceles masivos y debilitado alianzas históricas en sus primeros 100 días de gobierno. Aunque prometió acuerdos comerciales y paz en Ucrania y Oriente Medio, Rusia rechazó su propuesta para terminar la guerra y China evita negociar. «Sus métodos están dañando la confianza de los aliados», señaló Ivo Daalder del Chicago Council on Global Affairs.
Repercusiones globales
Canadá respondió con la elección del liberal Mark Carney como primer ministro tras las presiones de Trump. En Europa, líderes reducen su dependencia de EE.UU. tras discursos hostiles del vicepresidente JD Vance. El enviado Steve Witkoff negocia simultáneamente con Rusia e Irán, mientras continúan los bombardeos contra los Houthis en el Mar Rojo.
Entre el aislamiento y la fuerza
La Casa Blanca destaca logros como la reducción de cruces ilegales en la frontera y acuerdos de seguridad con México y Panamá. Sin embargo, analistas como Jeremy Shapiro (European Council on Foreign Relations) critican que Trump «prioriza acuerdos rápidos sobre contenidos sólidos», especialmente en Ucrania, donde presiona a Zelensky para aceptar términos favorables a Rusia.
Un giro hacia el siglo XIX
Trump retoma un enfoque imperialista, con interés en Groenlandia y Canadá, mientras impulsa un fondo soberano para reducir la dependencia de China. Sus aranceles «recíprocos» duraron una semana, y aunque prometió 90 acuerdos comerciales en 90 días, aún no se concretan. Solo Japón, Australia e India avanzan en negociaciones.
Aliados en la cuerda floja
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, insiste en que EE.UU. sigue comprometido con sus aliados, pero exige que «hagan su parte». Mientras, líderes como el salvadoreño Nayib Bukele muestran lealtad, otros como Xi Jinping ignoran las presiones comerciales. La UE, por su parte, acelera su autonomía estratégica.
¿Paz a cualquier costo?
El gobierno de Trump mantiene su apuesta por redefinir el orden global desde la fuerza, aunque con resultados mixtos. Sus tácticas han generado rechazo en democracias aliadas, y sus promesas de paz chocan con realidades complejas. Los próximos meses definirán si su estrategia logra estabilizarse o profundiza la fractura internacional.