Analista afirma que Arce fue jefe, no líder, y por eso carece de apoyo tras su detención
La escasa presencia de seguidores durante la aprehensión y audiencia del expresidente Luis Arce evidencia, según el analista Franklin Pareja, su falta de base social como líder. Arce fue detenido el miércoles pasado por el caso del exFondo y un juez decretó su reclusión preventiva de cinco meses en el penal de San Pedro.
Un respaldo social casi inexistente en los hechos
Durante los tres días del proceso, muy poca gente llegó a respaldarlo. Las figuras más visibles fueron la exministra María Nela Prada y, brevemente, el exviceministro Gustavo Torrico. No aparecieron más figuras o seguidores del arcismo después de ello.
La teoría del analista: jefe versus líder
Franklin Pareja sostiene que Luis Arce nunca ha sido un líder, sólo ha sido un jefe. Explica que los líderes tienen base social y liderazgo natural, mientras que Arce llegó a la presidencia porque Evo Morales le pasó la posta. En su opinión, dentro del propio Movimiento Al Socialismo (MAS) se le considera el responsable de haber destruido el partido y hecho un pésimo gobierno.
La ausencia de los ‘guerreros azules’
Dirigentes sociales han cuestionado la falta del grupo de funcionarios que solía arengar consignas de apoyo al expresidente. Pareja asegura que los exministros de Arce están más preocupados por futuras convocatorias de la justicia que por la situación del exmandatario.
Antecedentes de un apoyo cuestionado
La aprehensión y reclusión de Arce por el desfalco del exFondo reflejó el verdadero respaldo que tuvo el exmandatario: poco o casi nulo. El analista Franklin Pareja argumenta que nunca fue un líder con base y respaldo social, por eso no se vio un apoyo significativo desde el momento de su aprehensión.
Cierre: Las implicaciones de la soledad política
La situación actual subraya la fractura interna dentro del MAS y la debilidad política del expresidente. Según el análisis citado, la falta de movilización en su defensa confirma que Arce carecía de un liderazgo orgánico y se enfrenta a su crisis más profunda desde dentro de su propio partido.