Lula habló con Maduro tras conversar con Trump sobre sanciones a Brasil
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo una llamada «rápida y cordial» con su par venezolano, Nicolás Maduro. La conversación, la primera entre ambos en más de un año, ocurrió después de que Lula hablara con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El diálogo se enmarca en un contexto de tensión regional y sanciones comerciales.
Una secuencia de contactos diplomáticos
La comunicación entre Lula y Maduro se produjo después de que el mandatario brasileño hablara con Donald Trump el 2 de diciembre. En esa llamada, trataron las negociaciones para eliminar las sanciones comerciales que Estados Unidos impuso a Brasil. Estas sanciones fueron una represalia por el juicio que llevó a prisión al expresidente Jair Bolsonaro.
Los temas sobre la mesa con Venezuela
Con Maduro, Lula habló sobre «la paz en América Latina», según fuentes oficiales brasileñas citadas por la agencia EFE. Estas mismas fuentes no profundizaron en el contenido específico del intercambio. El Gobierno de Brasil no reconoció el resultado de las elecciones del 28 de julio de 2024 en Venezuela, lo que había congelado las relaciones.
Posición brasileña frente a la política de EE.UU.
La presidencia brasileña detalló que, en la llamada con Trump, Lula planteó una mayor cooperación contra el narcotráfico. Estados Unidos utiliza este tema para justificar su despliegue militar en el Caribe. Lula ha criticado las operaciones militares de EE.UU. en la región e instó a mantener a América Latina y el Caribe como una zona libre de conflictos.
Antecedentes de una relación en pausa
El diálogo con Maduro es el primero que Lula mantiene con el mandatario venezolano en 2024. La relación bilateral estaba virtualmente congelada desde que Brasil no reconoció la polémica victoria electoral de Maduro en julio del año pasado.
Cierre: Un reacercamiento en un escenario complejo
La secuencia de llamadas coloca a Brasil en un papel de interlocutor entre Venezuela y Estados Unidos. Las conversaciones abordan tanto sanciones bilaterales como la visión regional de paz. Este movimiento diplomático ocurre en medio de las críticas de Lula a la presencia militar estadounidense en el Caribe.