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Trump decide el futuro de fármacos contra obesidad en EE.UU.

El Gobierno de Trump debate si ampliar la cobertura de Medicare para fármacos contra la obesidad, como Ozempic, ante la presión de la industria farmacéutica y el impacto fiscal.
POLITICO
Un collage con una mano sosteniendo una jeringa, una sombra de personas saludándose, y una imagen de un edificio gubernamental en un billete.
Collage que combina simbolismo médico, financiero y social a través de diferentes imágenes yuxtapuestas.

Trump decide el futuro de los fármacos contra la obesidad en EE.UU.

La industria farmacéutica invierte millones en lobby para influir en la cobertura de Medicare. El Gobierno de Trump debate si ampliar el acceso a estos medicamentos o priorizar alternativas más baratas. La decisión afectará a millones de pacientes y al gasto público.

«La batalla por las pastillas milagrosas»

El presidente Donald Trump debe resolver si Medicare cubrirá los costosos fármacos contra la obesidad, como Ozempic o Wegovy, cuyo uso se disparó en EE.UU. Las farmacéuticas Novo Nordisk y Eli Lilly ya han gastado más de 6 millones de dólares en lobby este año para presionar a favor. El Gobierno teme el impacto fiscal, ya que extender la cobertura costaría 35.000 millones de dólares hasta 2034, según el Congressional Budget Office.

El pulso entre marcas y genéricos

Las compañías exigen frenar las versiones compuestas (alternativas más baratas), que surgieron durante la escasez de 2022-2024. «Si hay escasez, los genéricos deben seguir disponibles», defiende Sean Spicer, portavoz de Ivim Health y exsecretario de Trump. La FDA ya prohibió estos fármacos, pero dio plazo a los fabricantes para retirarlos.

Kennedy vs. Big Pharma

El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., lidera la resistencia: «La industria quiere enganchar a los pacientes en lugar de promover dieta y ejercicio». Aunque ha suavizado su postura, cuestiona la seguridad a largo plazo de estos medicamentos. Las farmacéuticas replican que «a veces el estilo de vida no basta», según Shawn O’Neail, lobista de Eli Lilly.

Obesidad: un negocio de alto voltaje

El 12% de los adultos estadounidenses ya usan estos fármacos, según KFF. Medicare gastó 14.400 millones en 2023-2024, pero solo para tratar diabetes o cardiopatías, no obesidad. Las empresas ahora apelan al nacionalismo económico: Lilly destaca su producción en EE.UU., mientras Novo Nordisk contrata lobistas cercanos a Trump, como Greg D’Angelo.

Un dilema entre costes y salud pública

Los defensores argumentan que cubrir estos fármacos reduciría gastos futuros en enfermedades crónicas. Pero el Gobierno prioriza el control del déficit, y Kennedy insiste en soluciones no farmacológicas. La administración rechazó en abril una propuesta de cobertura, pero dejó la puerta abierta a revisarla.

¿Quién gana la partida?

La decisión final dependerá del equilibrio entre presión política, evidencia científica y restricciones presupuestarias. Mientras, las farmacéuticas redoblan sus esfuerzos: «Cuantos más legisladores conozcan a usuarios reales, más apoyarán la cobertura», admitió un lobista anónimo.