Honduras desconoce su presidente una semana después de las elecciones
El escrutinio oficial está paralizado desde el viernes por problemas técnicos. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no actualiza los resultados con el 88.02% de actas escrutadas, aumentando la incertidumbre y las denuncias de irregularidades.
Un recuento paralizado y un empate técnico
La última actualización del CNE situaba a Nasry Asfura del Partido Nacional con el 40.19% de los votos, frente al 39.49% de Salvador Nasralla del Partido Liberal. La diferencia es de aproximadamente 20.000 votos. La candidata oficialista, Rixi Moncada, quedaba tercera con el 19.30%.
Problemas técnicos y tensiones en el organismo electoral
Las consejeras del CNE atribuyeron la parálisis a «problemas técnicos ajenos» al pleno, responsabilizando a la empresa adjudicada, ASD de Colombia. El proceso está marcado por enfrentamientos entre los tres consejeros, que son militantes de los partidos Libre, Nacional y Liberal.
Repercusión: presión internacional y malestar interno
La Misión de Observación Electoral de la OEA (MOE/OEA) pidió agilizar el escrutinio y garantizar trazabilidad, confirmando un resultado «sumamente ajustado». Internamente, la parálisis genera suspicacia en partidos y ciudadanos, con el partido Libre solicitando incluso la anulación de la fórmula presidencial.
Antecedentes de un proceso costoso y complejo
El proceso electoral completo, incluyendo primarias, le cuesta a Honduras unos 4.000 millones de lempiras (alrededor de 150 millones de dólares). Las demoras mantienen la tensión política, con sectores exigiendo claridad y celeridad.
Cierre: incertidumbre y procedimientos pendientes
La definición presidencial queda sujeta a la reanudación del escrutinio y a las exigencias de verificación y revisión de actas planteadas por los partidos. El país permanece a la espera de los resultados oficiales definitivos.