RFK Jr. amplía su influencia en la agenda doméstica de Trump
El secretario de Salud impulsa políticas más allá de su cartera. La Casa Blanca apoya su enfoque para retener a votantes clave. Su popularidad y agenda «MAHA» son centrales en la estrategia republicana hacia las elecciones legislativas.
«Un secretario sin fronteras»
Robert F. Kennedy Jr., exrival de Trump reconvertido en secretario de Salud (HHS), interviene en áreas como agricultura, medioambiente y educación. «Mi trabajo es hacer lo necesario para que EE.UU. sea saludable», declaró. La Administración ve en su base de seguidores —jóvenes y mujeres— una oportunidad para ampliar el electorado republicano.
Iniciativas y tensiones
Kennedy promueve prohibir refrescos en el programa de cupones de comida (SNAP) —competencia del USDA— y cuestiona estándares de fluoración del agua. Funcionarios de otras agencias critican su falta de experiencia, mientras brotes de sarampión y recortes de personal en el HHS generan dudas sobre su gestión.
Aliados y detractores
La Fundación Heritage elogia su enfoque «holístico», pero 80 legisladores republicanos rechazan su campaña contra pesticidas como el glifosato. La EPA mantendrá su postura basada en ciencia, pese a la presión de grupos afines a Kennedy.
De la pandemia a la política
Kennedy capitaliza el descontento post-COVID hacia expertos sanitarios. Su agenda «MAHA» (Make America Healthy Again) enfatiza enfermedades crónicas y desconfianza hacia vacunas, aunque su rechazo a inmunizar aves contra la gripe aviar contradijo al USDA.
Resultados bajo lupa
El éxito de Trump en 2026 dependerá de que Kennedy logre reducir obesidad y enfermedades crónicas antes de las legislativas. Sin embargo, cambios estructurales requerirán años y enfrentarán resistencia de lobbies agrícolas y sectores científicos.