Bezos alinea el Washington Post con Trump tras su reelección

Jeff Bezos modifica la línea editorial del Washington Post hacia posturas promercado y se acerca al gobierno de Trump, generando críticas internas y externas.
POLITICO
Persona caminando frente a una ciudad bajo un cielo nublado con objetos diversos en el suelo.
Una figura en primer plano camina con confianza hacia el espectador mientras al fondo se percibe una ciudad con edificios icónicos.

Bezos cambia su estrategia en Washington tras la reelección de Trump

El dueño del Washington Post alinea el periódico con posturas promercado y se acerca al nuevo poder. Su giro rompe con una década de imagen respetuosa con las instituciones. Vecinos y excolaboradores critican su transformación.

De mecenas a operador político

Jeff Bezos pasó de elogiar el periodismo independiente a «vetar un respaldo editorial a Kamala Harris» y ordenar que el Post solo publique opiniones favorables al libre mercado. Asistió a la investidura de Trump en enero de 2025, mientras Amazon negocia un documental de 40 millones con Melania Trump.

Repercusión en el Post

Exdirectores como Martin Baron acusan a Bezos de «ceder ante la presión de la Casa Blanca». La redacción vive una fuga de talentos y divisiones ideológicas. «Antes se ruborizaba ante la idea de interferir; ahora anuncia cambios él mismo», señala un exeditor.

Promesas incumplidas en la capital

Su mansión en Kalorama, comprada en 2016 por 23 millones, permanece vacía la mayor parte del año. En Arlington (Virginia), el proyecto de sede central de Amazon para 50.000 empleados solo ha generado 8.000 puestos. «Es un solar vallado desde hace años», critica un vecino.

Cuando Washington creyó en el cuento

Entre 2013 y 2023, Bezos cultivó una imagen de defensor de la democracia: compró el candado de Watergate, creó un premio de 100 millones por «civilidad» y frecuentó clubes de la élite. La compra del Post en 2013 por 250 millones ilusionó a una ciudad ávida de validación empresarial.

Adaptarse o quedarse fuera

Analistas atribuyen su giro a que las reglas de influencia en Washington cambiaron. «Trump 2.0 premia lealtades ideológicas, no filantropía bipartidista», explica un exeditor. Zuckerberg y Thiel también compran propiedades para acercarse al poder. Bezos, con intereses en defensa y espacio, optó por el pragmatismo.