Dirigente exige pruebas al Presidente sobre supuesto robo en la Gestora Pública
El presidente Rodrigo Paz afirmó que «no hay la plata» de los aportes para jubilación en la Gestora Pública. El dirigente de jubilados Rodolfo Ayala exigió pruebas documentadas de un supuesto desfalco, antes de realizar dichas acusaciones.
Exigencia de documentación frente a acusaciones
Rodolfo Ayala, de la Confederación de Jubilados, exigió al presidente Paz presentar las pruebas del supuesto «robo» del dinero de los aportantes durante el último gobierno del MAS. Cuestionó que el mandatario esté «mal asesorado» y subrayó que antes de hacer afirmaciones se debe tener documentación y realizar las auditorías solicitadas.
Desmentidos y aclaraciones oficiales
El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, aclaró que el Presidente se refería a que la institución no será más una «caja chica» del Estado, garantizando los pagos. Por su parte, el exgerente Jaime Durán desmintió al mandatario, asegurando que el dinero está invertido y que un despilfarro supondría una quiebra del sistema financiero, ya que el 51% de los aportes está en Depósitos a Plazo Fijo.
Repercusión en organizaciones sociales
La Central Obrera Boliviana (COB), a través de su ejecutivo Mario Argollo, cuestionó el manejo «irresponsable» de la información por parte del gobierno. Solicitó transparencia y evitar alarmar a la población con datos incorrectos. Argollo se desligó de responsabilidades sobre gestiones pasadas en la institución.
Antecedentes de la polémica
La controversia comenzó cuando el presidente Paz afirmó que en la Gestora Pública «no están sus aportes, se los gastaron». Esta declaración generó alarma entre la población aportante y motivó las reacciones de diversos actores, quienes pidieron fundamentar las acusaciones.
Implicaciones y cierre del conflicto
Ayala insistió en que, de no presentar pruebas reales del supuesto desfalco, el Presidente debe «pedir las disculpas» correspondientes a la población aportante. Analistas y otros dirigentes coincidieron en que el jefe de Estado recibió un mal asesoramiento, ya que es conocido que los fondos no se guardan en efectivo, sino que están invertidos.