Estilo rural británico domina la moda urbana global en 2025
La ropa de campo británico, desde chaquetas Barbour hasta tejidos Fair Isle, ha impregnado la moda urbana y las pasarelas internacionales este año. El fenómeno, impulsado por celebridades y casas de lujo, trasciende tendencias efímeras y se asocia con tradición y durabilidad.
Un fenómeno global con sello británico
El estilo country-coded ha sido ubicuo en 2025. Marcas como Barbour son habituales en mercados agrícolas urbanos y en celebrities como Sienna Miller o Katie Holmes. Patrones como el Fair Isle o la pata de gallo han cruzado el Atlántico, adoptados por firmas como Proenza Schouler y por estrellas como Hailey Bieber. La falda escocesa o kilt se ha convertido en un artículo de moda, con versiones reinterpretadas por la marca londinense Chopova Lowena.
El respaldo de la realeza y el lujo
La Familia Real británica es un pilar de esta estética. La princesa de Gales suele lucir prendas ecuestres y tiene predilección por la pata de gallo, un tejido con raíces pastoriles. Su vestuario hace eco del de la princesa Diana. Casas de lujo como Fendi, Burberry, Louis Vuitton y Dior han presentado colecciones inspiradas en el campo. Dior celebró su primer desfile en Escocia en casi setenta años en el castillo de Drummond.
Antecedentes: De la pantalla al armario
La cultura popular ha galvanizado la tendencia. La serie de éxito ‘The Traitors’ en el Reino Unido, con la presentadora Claudia Winkleman vistiendo prendas de campo, la ha popularizado. La película ‘Saltburn’ (2023) satirizó la vida de la clase alta británica y su vestuario rural. Un documental sobre Victoria Beckham mostró a David Beckham con el estilo apodado ‘Rich Autumn Dad’.
Cierre: Una reacción a la incertidumbre
Expertos apuntan a que este estilo, más allá de la moda, responde a un contexto global. La psicóloga de la moda Dra. Dion Terrelonge señala que transmite tradición, calidad y durabilidad, en contraste con los microtendencias efímeras. En tiempos de incertidumbre, los tejidos táctiles como la lana o el tweed generan una sensación de calma y seguridad. Aunque asociado históricamente al privilegio de las clases altas, su adopción urbana puede interpretarse como una aspiración a ese estilo de vida o una subversión de sus códigos. La tendencia se prevé que continúe en 2026.