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Fortaleza militar española con vistas al Mediterráneo

La Batería de Castillitos, en Cabo Tiñoso, combina historia militar, arquitectura medieval y acceso gratuito. Descubre este enclave abandonado y ahora atractivo turístico.
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Vista de un camino sinuoso hacia un complejo en la cima de un acantilado junto al mar.
Imagen de un camino que serpentea hacia un conjunto de edificaciones situadas en la cima de un acantilado con vistas al mar.

Descubren fortaleza militar española con vistas únicas al Mediterráneo

La Batería de Castillitos, construida en 1933, solo se usó en la Guerra Civil. Este enclave en Cabo Tiñoso (Cartagena) combina historia militar, arquitectura medieval y acceso gratuito. Abandonado durante décadas, hoy atrae a turistas por su valor patrimonial y paisajístico.

Un bastión con cañones y túneles ocultos

La fortaleza, diseñada para proteger la base naval de Cartagena, imitaba castillos medievales con fines disuasorios. Contaba con dos cañones Vickers de 38,1 cm, capaces de lanzar proyectiles de una tonelada a 35 km. «Solo se usaron una vez, en 1937, durante la Guerra Civil», destaca el reportaje. Tras cerrar en 1994, fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1997.

Un tesoro para exploradores

Los visitantes pueden recorrer túneles, salas subterráneas y torres almenadas con vistas panorámicas a la Reserva Marina de Cabo Tiñoso. Aunque no hay horarios ni servicios, senderistas y fotógrafos valoran su autenticidad y entorno natural. La restauración en 2009 permitió abrirla al público.

De estrategia militar a atracción turística

El Plan de Defensa de Primo de Rivera (1923-1930) impulsó su construcción entre 1933 y 1936. Su diseño camuflado con el terreno y materiales locales buscaba mimetizarse con el paisaje. Pese a su relevancia histórica, permaneció décadas en el olvido hasta su revalorización turística.

Un viaje al pasado con acceso libre

La Batería de Castillitos ejemplifica cómo espacios históricos abandonados pueden convertirse en destinos de interés cultural. Su ubicación remota y conservación ofrecen una experiencia única, aunque exige precaución por la carretera sinuosa que lleva hasta ella.