Bolivia rechaza proyección de inflación del 15,1% del FMI

El viceministro Jorge Silva desestima el informe del FMI que proyecta una inflación del 15,1% para Bolivia en 2025, defendiendo las políticas económicas del gobierno.
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Manos intercambiando billetes bolivianos.
Dos personas realizando una transacción con billetes de veinte y cien bolivianos.

Viceministro boliviano rechaza proyección de inflación del 15,1% del FMI

Jorge Silva desestima el informe que sitúa a Bolivia como uno de los países con mayor alza de precios en 2025. El Gobierno mantiene su previsión del 7,5% en el PGE. La discrepancia surge seis horas después de la publicación del reporte internacional.

«Pronósticos que no se cumplen»

El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, calificó de «inexactos» los datos del FMI y recordó que «siempre auguraron resultados que no se cumplen». Aseguró que Bolivia enfrenta mejor el contexto económico regional gracias a «un modelo que funciona», destacando reducciones históricas en pobreza extrema y moderada.

Brecha entre proyecciones

El FMI estima una inflación del 15,1% para Bolivia en 2025, más del doble que el 7,5% previsto en el Presupuesto General del Estado (PGE). Silva atribuyó la diferencia a «cálculos erróneos» de organismos como el Banco Mundial, que «no reflejan la realidad boliviana».

Estrategia frente a la inflación

Silva defendió las políticas gubernamentales para «evitar recesión y controlar precios», rechazando protestas como método: «No es con marchas ni bloqueos, sino con trabajo». Subrayó que el país ha sorteado «medidas arancelarias externas» sin caer en crisis.

Un modelo bajo la lupa

Bolivia ha reducido indicadores de pobreza en la última década, según cifras oficiales. Sin embargo, el FMI insiste en sus proyecciones, que contrastan con las metas del Ejecutivo. El último informe del organismo data de hace seis horas y analiza economías latinoamericanas.

Inflación en la mira

La disputa de cifras refleja tensiones entre diagnósticos internacionales y la autopercepción gubernamental. Mientras el FMI alerta sobre presiones inflacionarias, Bolivia insiste en que su modelo económico mitiga riesgos. El impacto real se medirá conforme avance 2025.