El papa Francisco fallece por un ictus a los 88 años en el Vaticano
El pontífice sufrió un accidente cerebrovascular irreversible. Murió este lunes en su residencia de Santa Marta, donde se recuperaba de una neumonía bilateral. Su certificado de defunción detalla coma e insuficiencia cardiocirculatoria.
«Un trastorno brusco que altera el cerebro»
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el ictus es causado por una interrupción del flujo sanguíneo cerebral. En el caso del papa, derivó en un infarto cerebral irreversible. El Vaticano confirmó que sucedió durante su convalecencia por una infección respiratoria aguda, tras 38 días hospitalizado en el Gemelli de Roma.
Factores de riesgo y prevención
La edad (88 años) y posibles antecedentes cardíacos son claves en este tipo de casos. La SEN señala que el riesgo aumenta después de los 60 años, especialmente con hipertensión o enfermedades cardíacas. Recomienda controlar el colesterol, evitar el sedentarismo y reducir el estrés.
Señales de alarma y tratamiento
Entre los síntomas destacan dolor de cabeza intenso, pérdida de visión o fuerza en extremidades. El tratamiento depende del tipo de ictus (isquémico o hemorrágico), con opciones como trombolisis o cirugía. La rapidez en la atención es crucial, aunque en este caso fue irreversible.
Una década de pontificado marcado por la cercanía
Francisco, el primer papa latinoamericano, lideró la Iglesia católica durante más de 10 años con un estilo reformista y popular. Su salud había sido frágil en los últimos años, con hospitalizaciones recurrentes por problemas respiratorios.
Un legado que trasciende su salud
Su muerte cierra un capítulo histórico para la Iglesia, con fieles en todo el mundo. El Vaticano ahora prepara los ritos funerarios mientras se inicia el proceso para elegir a su sucesor.