Morales afirma que Bolivia está en quiebra y exige créditos para inversión
El expresidente Evo Morales contradice al Gobierno y asegura que el país depende de deuda externa. Critica el uso de créditos para combustible y exige destinarlos a obras públicas. El debate surge tras medidas del Ejecutivo para paliar la escasez de divisas.
«Un Estado mendigo no invierte, solo gasta»
En su programa dominical, Morales refutó las declaraciones del presidente Luis Arce: «Si el Estado no estuviera en quiebra, no haría falta plata para comprar combustible». Insistió en que la Asamblea Legislativa debe aprobar préstamos exclusivamente para inversión pública, no para cubrir gastos corrientes como la importación de gasolina.
La réplica del Gobierno
Arce había negado días antes una quiebra estatal, atribuyendo la falta de divisas a «un estancamiento de créditos en la Asamblea». Morales replicó: «Es mejor ser sincero; podemos equivocarnos, pero no mentir», recordando su experiencia como exmandatario y líder cocalero.
«Todos son culpables, menos el Gobierno»
El expresidente acusó al Ejecutivo de eludir responsabilidades sobre la crisis económica, señalando que «prefiere culpar a sectores productivos, al evismo o a políticos cruceños». Criticó la falta de políticas hidrocarburíferas sostenibles, advirtiendo que el despilfarro de recursos durante su gestión (2006-2019) llevaría a esta situación.
Cuando las advertencias se hicieron realidad
En 2014, economistas y opositores alertaron que el modelo económico basado en bonanza de materias primas era insostenible. La actual escasez de dólares –que el Gobierno llama «iliquidez»– confirma, según Morales, aquellas predicciones. El exmandatario gobernó 14 años, periodo en el que se incrementó la dependencia de ingresos por hidrocarburos.
Un debate que trasciende lo económico
La polémica refleja tensiones políticas internas y la urgencia por resolver la falta de divisas. Mientras el Gobierno insiste en que es una coyuntura, Morales y críticos ven un problema estructural. La aprobación de créditos externos se perfila como la próxima batalla legislativa.