OpenAI lanza Sora, una aplicación social de vídeos con IA
La aplicación Sora superó el millón de descargas en su primera semana. La plataforma, que genera vídeos a partir de prompts, plantea dudas sobre el futuro de las redes sociales y su potencial para el engaño.
Una herramienta creativa con riesgos
La nueva aplicación de IA de OpenAI, Sora, funciona como una herramienta creativa que genera cualquier escenario. Sin embargo, su potencial para el daño genuino es inseparable de su capacidad de innovación. Expertos como Marlon Twyman de USC Annenberg instalan a adoptar la escepticismo como disposición por defecto al navegar por esta nueva tecnología.
Mecánica y crecimiento de la plataforma
Sora se construye para ser adictiva, con vídeos de diez segundos y scroll infinito. Los usuarios crean un ‘cameo’ o semejanza digital y publican contenido mediante prompts. No se permite subir fotos o vídeos desde la galería del teléfono. Su rápido crecimiento se produce en un momento de decadencia de las verdades.
¿Una nueva era social o una reanimación?
A diferencia de plataformas anteriores, Sora no se trata de la gente, según el análisis de Twyman. Desarrolladores como Rudy Fraser, creador de Blacksky, la califican de inherentemente antisocial y nihilista. Argumentan que estas aplicaciones renuncian a fomentar la conexión humana real para lucrarse con conexiones artificiales.
La crítica: resolver problemas inexistentes
Desde las redes sociales, usuarios como el escritor de comedia Matt Buechele cuestionan qué problema resuelve Sora. Fraser señala que el aumento de redes sociales artificiales es impulsado por los mismos tecnólogos egoístas que erosionaron la confianza pública.
El valor de la autenticidad en entredicho
Las plataformas de redes sociales se basaban en tener una voz auténtica y original. Sora elimina la necesidad de ese estilo de autenticidad. El tejido conectivo de la aplicación es la comedia, priorizando el entretenimiento. No permite actualmente el espíritu colaborativo que impulsó a TikTok.
Una apuesta por la imaginación distorsionada
La apuesta de Sora es que la gente ame la imaginación distorsionada más que la realidad. Jeff Hancock, de Stanford, no lo ve como el fin de las redes sociales, sino como una forma única del medio que se añade al ecosistema. La pregunta clave es si la gente querrá vivir más en la imaginación social que en la realidad social compartida.
Antecedentes: La doble cara de la innovación en IA
El CEO de OpenAI, Sam Altman, sugirió que Sora podría impulsar una «explosión cámbrica» de creatividad, pero también alertó de que podría contribuir a que todos fuéramos absorbidos por un «feed de bazofia» optimizado por aprendizaje por refuerzo. La capacidad de abuso es inherente al milagro de lo que la IA generativa puede crear.
Cierre: El futuro de la conexión social digital
Sora representa un experimento sobre el deseo humano de conexión. Mientras intenta reanimar el significado de lo social, la aplicación malinterpreta la esencia de la conexión auténtica. Su éxito o fracaso dependerá de si los usuarios prefieren la realidad o la ficción interactiva como forma principal de interacción en línea, en un contexto de uso global de redes sociales en declive desde 2022.
 
											 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															