Radu Jude estrena Dracula, película de tres horas con imágenes de IA
El filme incluye escenas generadas con inteligencia artificial y presenta al vampiro en situaciones pornográficas y como explotador laboral. Se estrena en cines el 29 de octubre.
Una sátira vampírica con tecnología polémica
El director rumano Radu Jude estructura su nueva película, Dracula, alrededor de un cineasta que, al carecer de ideas, utiliza una aplicación de IA para generar los argumentos. El resultado son varios cortes que muestran desnudos frontales, sangre y situaciones laborales explotadoras. La cinta, de casi tres horas, incorpora imágenes reales creadas con inteligencia artificial.
Controversia en el sector cinematográfico
El uso de la IA por parte de Jude ha generado rechazo en parte de la industria, que considera esta tecnología una afrenta al medio y a las carreras creativas. El director reconoce que en Rumanía, al ser una industria cinematográfica casi inexistente, no existen los mismos riesgos económicos que en Estados Unidos.
El proceso detrás de las imágenes
Jude describe las imágenes de IA como «feas, viscosas y de mal gusto», pero destaca que conservó los errores de generación, como personajes con tres manos o genitales en el pecho, por considerar que poseían una cierta poesía digital. Afirma que este enfoque primitivista resulta poético.
La metáfora vampírica del capitalismo
La película incluye una cita de El Capital de Karl Marx que compara el capitalismo con el vampirismo. Jude ve en esta idea la metáfora perfecta para la IA, al considerar que esta tecnología absorbe el trabajo creativo de otros artistas.
Un director en la cuerda floja creativa
Radu Jude, ganador del Oso de Oro en Berlín en 2021, ya había explorado antes temas como la hipocresía cultural en torno al sexo y la memoria histórica. Con Dracula, lleva su estilo, una mezcla de intelectualismo y humor vulgar, a un nuevo extremo al integrar la IA como herramienta y objeto de crítica simultáneamente.
Futuro incierto para el uso de la IA
Jude no descarta volver a utilizar la inteligencia artificial en futuros proyectos, aunque su siguiente película no la incluye. Mantiene que es una herramienta más y que la usará si lo considera necesario, aceptando cualquier posible rechazo como parte natural del proceso artístico.
 
											 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															