Solo el 10% del transporte interdepartamental opera por falta de combustible
Solo un 10% del sector trabaja en un momento dado. El resto de los buses debe permanecer en filas de tres a cuatro días para repostar combustible, según el presidente del comité nacional de buses interdepartamentales, Richard Martínez. El Ministerio de Economía afirmó que ha efectivizado los pagos para importar gasolina y diésel.
Crisis operativa en el transporte
La situación es desesperante para los transportistas, que no pueden cumplir con sus itinerarios. Un viaje de un día a Santa Cruz requiere luego de tres a cuatro días de espera para obtener combustible para el retorno. Esta paralización les impide generar los ingresos necesarios para sus obligaciones financieras.
Presiones financieras inminentes
El sector enfrenta el pago del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que implica un desembolso de 3.700 bolivianos por unidad. Además, deben cancelar aguinaldos, alquileres en terminales y obligaciones bancarias por los créditos de sus buses, compromisos que actualmente no pueden cumplir.
Gestión de la crisis y demandas del sector
Los dirigentes buscan un acercamiento con la Autoridad de Transporte y Telecomunicaciones (ATT) para abordar la crisis tarifaria y operativa. Solicitan la anulación del monopolio de la venta del SOAT a cargo de la estatal Univida, argumentando que la competencia podría mejorar precios y coberturas.
Antecedentes de la paralización
La escasez de combustible mantiene a la mayoría de la flota inmovilizada, generando filas interminables en los surtidores y una operatividad mínima que afecta a todo el sistema de transporte interdepartamental.
Implicaciones de la crisis
La paralización del transporte interdepartamental impacta directamente en la conectividad del país y la economía de las familias que dependen de este sector, mientras se aguarda la normalización del suministro de combustibles.