Ucrania captura dron ruso Geran-3 resistente a defensas electrónicas
El dron kamikaze Geran-3 combina velocidad de 370 km/h, autonomía de 1.000 km y resistencia a contramedidas. Las fuerzas ucranias interceptaron este modelo, que representa un salto tecnológico en el conflicto. El hallazgo revela componentes extranjeros y una estrategia rusa de ataques masivos para desgastar las defensas.
Características del dron interceptado
El Geran-3 es un dron kamikaze derivado del modelo iraní Shahed-238. Cuenta con motores turbojet que le permiten alcanzar 370 km/h y una autonomía de casi 1.000 kilómetros. Su diseño incluye una maniobra final de inmersión para detonar al impactar, lo que lo hace difícil de neutralizar con los sistemas electrónicos existentes.
Componentes de origen internacional
La inspección ucraniana identificó casi 50 piezas extranjeras, incluyendo procesadores, chips de control y sistemas de navegación. Estos componentes proceden de países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Suiza y China. Este hallazgo evidencia filtraciones en las cadenas globales de suministro a pesar de las sanciones internacionales a Rusia.
Estrategia de producción masiva rusa
La inteligencia occidental estima que Rusia podría lanzar 2.000 drones en un ataque coordinado, con ofensivas previas que superaron los 800 drones en una sola noche. Esta táctica busca el desgaste económico de Ucrania, ya que el coste del dron es una fracción del misil antiaéreo necesario para derribarlo.
Contramedidas ucranianas y dependencia aliada
Ucrania desarrolla drones interceptores más baratos que los misiles tradicionales. Despliega sensores acústicos y ópticos para la detección temprana de enjambres y nuevas tácticas militares. Sin embargo, depende del financiamiento y suministro tecnológico de sus aliados para sostener la carrera armamentística frente a la producción masiva rusa.
Antecedentes: Ucrania como laboratorio tecnológico
A tres años del inicio del conflicto, Ucrania se ha convertido en un laboratorio de tecnología militar donde drones, sistemas de inteligencia artificial y sensores de última generación definen gran parte de la acción en el campo de batalla. La supremacía ya no depende solo del armamento pesado, sino de la capacidad de producir en masa equipos baratos, autónomos y difíciles de interceptar.
Cierre: Implicaciones para la guerra moderna
La irrupción del Geran-3 confirma un cambio estratégico en los conflictos modernos. La ventaja no la tiene quien posee el arma más avanzada, sino quien puede producirla en serie y sostener su despliegue en el tiempo. Las guerras dependen crecientemente de enjambres de sistemas autónomos, baratos y difíciles de rastrear, capaces de saturar las defensas aéreas.