Estadounidenses critican a Netanyahu pero apoyan a Israel
El 59% de los adultos en EE. UU. ve desfavorablemente al gobierno israelí. Dos años después del 7 de octubre de 2023, la opinión pública estadounidense distingue entre su simpatía por el pueblo israelí y su escepticismo hacia el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Cambio en la percepción pública
Las encuestas nacionales reflejan un aumento de la crítica, ya que alrededor del 39% considera que la campaña militar israelí ha ido demasiado lejos. Los votantes jóvenes son los más críticos, independientemente de su afiliación política.
Críticas desde la derecha
Voces influyentes como Tucker Carlson y Candace Owens han dirigido sus ataques hacia Netanyahu, no hacia Israel. Sus críticas, que circulan ampliamente en redes sociales, acusan al primer ministro de presionar a políticos estadounidenses y de realizar operaciones con muchas bajas civiles.
Un punto de inflexión
La muerte de Charlie Kirk en septiembre de 2025 subrayó un cambio. Kirk se quejó de que un donante retiró 2 millones de dólares tras negarse a cancelar un evento con Carlson. Este episodio evidenció que muchos conservadores apoyan a Israel pero son más abiertamente críticos con Netanyahu y con las presiones de los lobbies.
El peso del dinero y las leyes
El gasto político proisraelí, encabezado por AIPAC y su super PAC, alcanzó decenas de millones en el ciclo de 2024. Además, una treintena de estados tiene leyes anti-BDS que limitan contratos con empresas que boicotean a Israel.
Antecedentes del conflicto y la diplomacia
Las muertes reportadas en Gaza superan las 67.000, con una inmensa destrucción y desplazamiento. Los días 8 y 9 de octubre de 2025, autoridades estadounidenses anunciaron que Israel y Hamás acordaron la primera fase de un alto el fuego y un marco para la liberación de rehenes, negociado en Egipto.
Repercusión en el debate público
Esta distinción entre el apoyo a Israel y la crítica a su gobierno amplía el espacio para escrutar las políticas sin rechazar al país. Este cambio puede afectar a las elecciones, los paquetes de ayuda y la capacidad del público para debatir con seriedad sobre la guerra, la influencia de los donantes y la libertad de expresión.