Exministro califica al Cártel de los Soles como hipótesis sin pruebas
La existencia del «Cártel de los Soles» es una hipótesis sin evidencias verificables, según declaró el exministro de Gobierno Carlos Romero. Romero afirmó que su mención responde más a fines políticos que investigativos, diferenciándolo de cárteles con estructuras comprobadas.
Una hipótesis sin base verificable
Carlos Romero negó estar en condiciones de afirmar la existencia de dicha organización. Subrayó que la información sobre el supuesto cártel es distinta de la evidencia sólida que existe sobre otros grupos criminales reconocidos en el continente.
Comparación con cárteles reconocidos
El exministro explicó que los cárteles con presencia histórica, como los de Sinaloa, Tijuana o los comandos brasileños, se identifican por su territorio o composición militar. En cambio, el llamado Cártel de los Soles carece de los elementos documentales y operativos para ser situado en la misma categoría.
Un debate con trasfondo político y geopolítico
Romero contextualizó la discusión dentro de la vulnerabilidad de los Estados amazónicos frente al narcotráfico, un delito transnacional. Sostuvo que criminalizar a actores políticos muestra cómo el debate sobre seguridad se ha convertido en un terreno de disputa geopolítica.
Coincidencia del Gobierno actual
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, descarta la presencia del cártel en Bolivia. Declaró que «no tenemos ninguna información al respecto» y que no existen indicios ni reportes oficiales que respalden las denuncias, coincidiendo con Romero en el trasfondo político de las acusaciones.
Antecedentes: Una hipótesis sin sustento judicial
Romero enfatizó que no se puede construir una verdad judicial o geopolítica sobre suposiciones, recordando que los cárteles reconocidos suelen identificarse por su territorio o por su composición militar, a diferencia del Cártel de los Soles.
Cierre: Implicaciones de una acusación sin pruebas
Las declaraciones de Romero y Ríos unifican la postura oficial al señalar la falta de evidencia sobre el cártel. El enfoque sitúa las acusaciones en el ámbito de la estrategia discursiva y la deslegitimación política, negando su operatividad en Bolivia.