Alcaldía retomará plan de reducción de rotondas en Santa Cruz
El parque automotor de Bolivia creció un 482% entre 2003 y 2024. Las rotondas de Santa Cruz de la Sierra, concebidas para distribuir el tráfico, hoy colapsan en horarios pico, especialmente en el cuarto anillo.
Colapso circulatorio en hora punta
Los atascos en las rotondas de las radiales 26 y 27 se extienden a lo largo del cuarto anillo. A las 19:00, los vehículos quedan atrapados en un caudal denso que transforma las rotondas en nudos que paralizan el tráfico. Los conductores realizan maniobras arriesgadas y, en ocasiones, se bajan de sus autos para dirigir el tránsito y restituir la circulación.
Intervención municipal anunciada
El secretario municipal de Obras Públicas, Sergio Luna, confirmó que la Alcaldía retomará el plan de reducción de rotondas. En los ocho meses restantes de gestión, se priorizarán las intervenciones en las radiales 25 y 26 del cuarto anillo, algunas de las más conflictivas.
Dos posturas técnicas sobre la solución
Para Rolando Mancilla, presidente de la Sociedad de Ingenieros de Santa Cruz, es necesario reorganizar, readecuar o incluso eliminar las rotondas. Sostiene que «en la medida que va cambiando el tránsito de una ciudad, sus vías se tienen que ir adaptando». En cambio, el urbanista Fernando Prado argumenta que el problema radica en una deficiente semaforización. Advierte que eliminarlas haría perder el paisajismo y que una ventaja clave es que «el flujo vehicular se mantiene constante, ya que nunca se detiene».
Antecedentes de un modelo de planificación
Estas infraestructuras comenzaron a construirse con el Plan Techint (1958) y el Plan Director (1970), cuando Santa Cruz iniciaba su despegue económico y poblacional. Entre las primeras rotondas estuvieron la de la avenida Irala, en 1965, y la gran rotonda de El Cristo, inspiradas en modelos europeos.
Cierre: Adaptar la ciudad al nuevo flujo vehicular
La discusión se centra en si adecuar las rotondas con semaforización inteligente o eliminarlas. La decisión final impactará en la movilidad de una ciudad cuyo parque automotor ha crecido sustancialmente, requiriendo una adaptación urgente de sus vías principales para descongestionar el tráfico.