Mercados globales sopesan inflación y reactivación económica
La inflación de la zona euro se acerca al 2.2%. Los mercados globales evaluaron esta semana la desinflación en Europa, los precios persistentes en EEUU y los signos de una cautelosa recuperación en Asia. La dinámica energética y los datos laborales de EEUU centran la atención.
Estados Unidos: crecimiento con señales dispares
La narrativa del aterrizaje suave persistió con momentum mixto. El ISM manufacturero cayó a 49.1, mientras el de servicios se enfrió a 50.0. Los precios pagados en servicios se mantuvieron elevados en 69.4. El GDPNow del tercer trimestre se situó en 3.8%. La Reserva Federal redujo su balance a $6.587 billones.
Europa y Reino Unido: inflación cerca del objetivo
La inflación de la zona euro se moderó: IPC general 2.2% interanual y subyacente 2.3%. El desempleo se mantuvo en 6.3%. Alemania registró un HICP del 2.4% y Francia del 1.1%. En el Reino Unido, el PIB del segundo trimestre creció 0.3% trimestral. El Banco de Inglaterra mantuvo un tono cauteloso.
Asia: reactivación con datos diversos
China mostró un panorama mixto antes de la Semana Dorada. El PMI manufacturero de Caixin fue más sólido, en 51.2. Corea del Sur aceleró sus exportaciones un 12.7% interanual. India mantuvo un PMI manufacturero robusto de 57.7. El Banco de Japón mantuvo conversaciones sobre normalización.
Mercados emergentes y materias primas
Brasil registró una tasa de desempleo del 5.6% y México del 2.6%. La producción de la OPEP aumentó ligeramente, con Arabia Saudita en 9.85 millones de barriles diarios. Los inventarios de crudo en EEUU subieron 1.79 millones de barriles.
Antecedentes de la semana
Los mercados globales sopesaron la desinflación en Europa, los precios persistentes en los servicios de EEUU y los signos de una cautelosa reactivación asiática. La dinámica energética se mantuvo central mientras la producción de la OPEP aumentó ligeramente.
Panorama de riesgos e implicaciones
La desinflación en Europa frente a los precios persistentes en EEUU mantiene las políticas monetarias divergentes. La energía sigue siendo un factor clave para la inflación general. Los inversores monitorizarán los datos laborales de EEUU, la comunicación del BCE y la volatilidad en el petróleo.