Evo Morales acusa al Gobierno de usar caso Cáceres para postergar elecciones
Más de 30 policías de inteligencia se trasladaron para capturarle. El expresidente Evo Morales acusó al Gobierno de Luis Arce de utilizar la aprehensión del exzar antidrogas Felipe Cáceres como pretexto para intentar detenerle en el Chapare. Según Morales, el objetivo final era generar un conflicto social y postergar la segunda vuelta electoral del 19 de octubre.
Las tres hipótesis del expresidente
Evo Morales planteó que la operación tenía tres posibles finalidades. La primera era generar inestabilidad para justificar un aplazamiento de los comicios. Días antes, un senador oficialista presentó un proyecto para suspender a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE). La segunda hipótesis era desviar la atención de las denuncias de corrupción y violencia familiar que involucran a los hijos del presidente Arce. La tercera, según le habrían informado, era utilizar el caso para afirmar ante la ONU que la lucha antidroga es efectiva.
Operativo y consecuencias
Morales reveló que, tras la captura de su exviceministro, dos oficiales de la Policía Boliviana le informaron que más de 30 policías de inteligencia de La Paz se movilizaron para aprehenderle. Incluso señaló la presencia de dos medios de comunicación en el lugar. El expresidente aseguró que el Gobierno deteriora la imagen del trópico de Cochabamba al señalar la existencia de narcotráfico sin realizar aprehensiones. Ante esto, convocó al ministro de Gobierno, Roberto Ríos, a un operativo conjunto con la ONU y la UE en la región.
Antecedentes del caso Cáceres
La semana pasada, el exviceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, fue aprehendido en un predio de la provincia Carrasco de Cochabamba donde funcionaba un laboratorio de cristalización de clorhidrato de cocaína. Sin embargo, la justicia determinó posteriormente su detención domiciliaria con salida laboral y sin custodio.
Implicaciones políticas de las acusaciones
Las declaraciones del expresidente sitúan el caso Cáceres en el centro de la crisis política boliviana. Las acusaciones directas al Gobierno de Arce sobre una supuesta estrategia para postergar el proceso electoral añaden una nueva capa de tensión en el período previo a la segunda vuelta, en un contexto marcado por denuncias cruzadas y polarización.