Trump promete respaldo financiero de 20.000 millones a Argentina
Un paquete de ayuda de 20.000 millones de dólares para Argentina genera oposición de republicanos y grupos agrícolas por posibles daños a los agricultores estadounidenses.
Oposición política y agrícola
El plan del presidente Donald Trump y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, enfrenta críticas. Demócratas, republicanos y grupos agrícolas poderosos se oponen por el uso de recursos de los contribuyentes estadounidenses. El senador Chuck Grassley (R-Iowa) cuestionó el rescate mientras Argentina vende soja a China, principal mercado de los productores de EE.UU.
Preocupación por los agricultores
La American Soybean Association señaló que Argentina vendió 20 cargamentos de soja a China cerca del anuncio del paquete financiero. La transacción fue facilitada por Buenos Aires al eliminar impuestos a sus exportaciones de soja.
Un salvavidas económico con riesgos
Bessent defiende el paquete como necesario para estabilizar la turbulencia financiera de Argentina antes de las elecciones legislativas de octubre, cruciales para el presidente Javier Milei. El Tesoro podría utilizar el Fondo de Estabilización de Cambios para comprar deuda o moneda argentina, un mecanismo no usado de esta forma desde los años 90.
Fisuras en la administración
Una persona familiarizada con las discusiones indicó que la estrella de Milei se ha apagado en algunos sectores de la administración Trump. Expresó preocupación sobre la capacidad de Milei para sacar al país del estancamiento económico y lo calificó de «fraude».
Antecedentes: Una apuesta geopolítica
Milei ha sido visto como una oportunidad para mejorar los lazos con Buenos Aires, tras gobiernos kirchneristas que se acercaron a Rusia y China. Los proponentes del acuerdo lo venden como una forma de contrarrestar la influencia china en América Latina y como un proyecto «America First».
Cierre: Una apuesta de alto riesgo
La administración Trump apuesta a que esta vez será diferente. El acuerdo subraya hasta qué punto está dispuesta a apoyar a un aliado político, a pesar de las advertencias y los riesgos financieros para los contribuyentes estadounidenses.