Ortega y Gasset analiza racionalismo y relativismo en «El tema de nuestro tiempo»
Superar el concepto de subjetividad del racionalismo es la idea central de la obra de 1923. El libro recoge un curso universitario y un apéndice de ensayos donde el filósofo critica los extremos doctrinales.
Crítica a las doctrinas extremas
Ortega y Gasset define racionalismo como la teoría que postula una verdad absoluta anulando la vida, y relativismo como la doctrina que propone que solo existen verdades relativas. El autor critica ambos extremos, argumentando que el primero anula la espontaneidad vital y el segundo termina “evaporando la razón”.
El equilibrio entre cultura y vida
En la lección “Cultura y vida”, el pensador equipara cultura con razón y vida con relativismo. Plantea que los fenómenos vitales no deben ser limitados por una razón castradora, pero la espontaneidad biológica debe someterse a una ley resultado de la razón humana.
Un eco de la filosofía clásica
La división entre razón y sentidos tiene un lejano eco en Platón. Ortega y Gasset señala que, a partir del filósofo griego, el pensamiento occidental se bifurcó en dos corrientes paralelas: la racionalista/idealista y la relativista/materialista.
La propuesta de la moderación
Frente a los extremos, el autor aboga por la mediocridad aristotélica. En “El doble imperativo”, afirma que “la vida inculta es barbarie; la cultura desvitalizada es bizantinismo”, defendiendo una solución razonable que combine imperativos vitales y razón.
El tema de la generación
Ortega y Gasset concluye que el tema de nuestro tiempo es la correcta interpretación histórica de la generación presente y su compromiso con ella. Considera necesario que cada generación sea consciente de su “misión” histórica y de su papel en la realidad.