Presidente iraní acusa a EEUU e Israel de asestar un golpe a la paz
Las sanciones de la ONU se reactivarán el domingo si no hay un acuerdo diplomático de última hora. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, realizó estas declaraciones en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU tras la guerra de 12 días con Israel en junio.
Discurso en un contexto crítico
Pezeshkian afirmó que su país fue objeto de una «agresión salvaje» el pasado junio, lo que supuso un quiebre en las negociaciones con Estados Unidos. Su intervención se produce horas después de que la moneda iraní, el rial, alcanzara un nuevo mínimo histórico y a pocos días de la reinstauración automática de sanciones de la ONU.
Fracaso de las gestiones diplomáticas
Las conversaciones del ministro de Exteriores iraní con el E3 (Francia, Alemania y Reino Unido) no arrojaron resultados. Las potencias europeas exigen que Irán reanude las negociaciones directas con EEUU, permita el acceso a inspectores y rinda cuentas sobre su uranio enriquecido.
La sombra del Líder Supremo
Cualquier iniciativa de diálogo de Pezeshkian fue bloqueada de antemano por el Ayatolá Ali Khamenei, quien el martes rechazó cualquier negociación nuclear directa con Estados Unidos, calificándola de «imposición».
Consecuencias del «snapback»
Si las sanciones se reactivan, se congelarán los activos iraníes en el extranjero, se paralizarán los acuerdos armamentísticos y se penalizará el programa de misiles balísticos, lo que agravará la ya deteriorada economía del país.
Antecedentes de un programa nuclear en disputa
Irán insiste en que su programa es pacífico, mientras que Occidente y el OIEA evalúan que Teherán tuvo un programa de armas hasta 2003. El incumplimiento de las condiciones del acuerdo nuclear de 2015 por parte de Irán llevó al E3 a activar el mecanismo de reversión de sanciones.
Cierre: Economía al borde del abismo
La reinstauración de sanciones empeorará la grave situación económica de Irán, marcada por la devaluación del rial y el historial de protestas por las dificultades. El gobierno de Pezeshkian se enfrenta a una presión interna e internacional creciente.