Estudio advierte que extracción de litio en el Triángulo del Litio agravaría escasez de agua
Los modelos actuales sobreestiman hasta 10 veces la disponibilidad hídrica. La investigación publicada en Communications Earth & Environment alerta sobre riesgos para comunidades y ecosistemas en Chile, Argentina y Bolivia. Propone mejorar la precisión de mediciones y transparencia en los datos.
«Los cálculos actuales son un espejismo peligroso»
El estudio analizó 28 cuencas en el Triángulo del Litio y determinó que 27 deben clasificarse como «críticamente escasas en agua», incluso sin considerar la demanda actual o futura. David Boutt, coautor, señala que «los modelos asumen condiciones húmedas inexistentes en estas zonas áridas».
Impacto en las comunidades
La sobreexplotación afectaría lagunas y humedales, fuentes vitales para poblaciones locales. La vegetación nativa, clave para retener agua, podría desaparecer, impactando también a especies de pastoreo.
El litio: entre la transición energética y el costo ambiental
Cada tonelada de litio requiere 2 millones de litros de agua. Con una demanda global que crecerá un 500% en décadas, la presión sobre recursos hídricos en zonas desérticas se intensificará. En el Salar de Atacama (Chile), las pozas de evaporación ocupan 49.9 km².
Fallas en los modelos hidrológicos
Los métodos actuales ignoran que las cuencas no desembocan en el océano y reciben mínimas precipitaciones. Esto lleva a subestimar el estrés hídrico real.
Un triángulo de sal y sequía
La región abarca 414,000 km² en Chile, Argentina y Bolivia, con el 98% de las reservas mundiales de litio. Su clima árido y cuencas cerradas acumulan salmueras, pero la escasez de agua ya es estructural.
El futuro pende de un hilo… de agua
El estudio urge implementar modelos ajustados a la realidad local, más estaciones meteorológicas y políticas de transparencia. La viabilidad de la industria y la supervivencia de las comunidades dependerán de gestionar el agua con precisión científica.