Contaminación en Lago Chinchaycocha afecta a comunidades

El lago Chinchaycocha sufre contaminación por minería y aguas residuales desde 1932, afectando a familias, ganado y biodiversidad local con metales pesados.
Mongabay Environmental News
Flamencos en un lago con vegetación al fondo.
Imagen de varios flamencos en un cuerpo de agua poco profundo.

Contaminación en el Lago Chinchaycocha amenaza a comunidades campesinas

El agua contaminada por minería y aguas residuales afecta a familias y ganado desde 1932. Estudios confirman metales pesados en niveles peligrosos, pero no hay análisis sobre su impacto en la salud. Las inundaciones anuales obligan a migraciones temporales y han provocado la muerte masiva de animales.

«Comemos animales enfermos porque no tenemos otra opción»

Campesinos como Micaela Espinoza denuncian que el ganado muere por sepsis y enfermedades no diagnosticadas tras pastar en zonas inundadas. «Prefieren sacrificarlos antes de que mueran solos, aunque se envenenen», explica. Un cementerio de animales en Vicco evidencia la magnitud del problema. No hay estudios que vinculen directamente los metales con las muertes, pero los análisis del agua superan los límites legales de plomo, arsénico y mercurio.

Impacto en la biodiversidad y cultura local

El lago, segunda reserva más grande de Perú y humedal RAMSAR, alberga especies endémicas como la rana gigante de Junín, en peligro por la contaminación. Comunidades pierden cultivos tradicionales como la maca y ven desaparecer vicuñas y alpacas, vitales para su vestimenta. «Es un daño a nuestra identidad», afirma Angélica Pérez, campesina de Ondores.

Raíces de un desastre anunciado

El problema comenzó con la construcción de la represa Upamayo en 1932, que desvió aguas contaminadas del distrito minero de Cerro de Pasco hacia el lago. Un informe de 2024 identificó 48 pasivos ambientales mineros en un radio de 20 km. Empresas como Volcan (de Glencore Perú) no respondieron a solicitudes de comentarios.

Sin soluciones a la vista

Las autoridades no han actuado pese a las denuncias. Las familias siguen migrando cada año y enfrentando pérdidas económicas. La carne afectada llega al mercado de Lima, según líderes locales. Mientras, proyectos de conservación ciudadana, como el rescate de la rana gigante, intentan paliar la crisis.