Lula califica de genocidio la ofensiva israelí en Gaza ante la ONU
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró el debate de la Asamblea General de la ONU. Condenó los atentados de Hamás pero afirmó que «nada justifica el actual genocidio en Gaza». También criticó a Estados Unidos por su defensa del ex presidente Jair Bolsonaro.
Posición sobre el conflicto en Oriente Medio
Lula declaró que el pueblo palestino corre riesgo de desaparecer y que solo sobrevivirá con un Estado independiente. Señaló que la masacre en Gaza no ocurriría sin la complicidad de quien puede evitarla. Su postura se alinea con líderes europeos que reconocieron al Estado palestino.
Defensa del multilateralismo
El mandatario brasileño afirmó que el multilateralismo está en jaque. Instó a refundar la Organización Mundial del Comercio (OMC) para frenar medidas unilaterales. Advirtió que los ideales de la ONU están amenazados como nunca antes.
Críticas a la injerencia de Estados Unidos
Lula denunció un ataque a la soberanía brasileña por parte de EE.UU. Esto ocurre tras el juicio contra el ex presidente Jair Bolsonaro. El gobierno de Donald Trump impuso sanciones y aranceles en represalia, lo que Brasil considera una inédita injerencia.
Firmeza democrática brasileña
El presidente subrayó que Brasil envió un mensaje al mundo al condenar a Bolsonaro por golpismo. Enfatizó que la democracia y la soberanía del país no son negociables. Destacó que el proceso judicial fue minucioso y con derecho a defensa.
Antecedentes del discurso en la Asamblea General
Como es tradición, el presidente de Brasil fue el primer orador en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU. Su intervención abarcó la ofensiva en Gaza, la crisis del multilateralismo y las tensiones con Estados Unidos.
Implicaciones de la postura internacional
El discurso refuerza la posición de Brasil en temas globales, alineándose con el reconocimiento del Estado palestino y defendiendo el orden multilateral frente a presiones unilaterales. La confrontación con EE.UU. marca un punto significativo en las relaciones bilaterales.