La orina humana como fertilizante podría revolucionar la agricultura
Científicos demuestran su eficacia similar a los fertilizantes sintéticos. Un estudio de universidades europeas revela que su uso reduciría emisiones y contaminación. Los resultados se publicaron el 19 de marzo de 2025 tras un año de experimentos con cultivos de espinaca.
«Una alternativa sostenible para alimentar al planeta»
Investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y L’Institut Agro Montpellier (Francia) comprobaron que la orina humana mantiene la salud del suelo sin dañar sus microbios. «Podría reducir la dependencia de fertilizantes sintéticos y la contaminación por nitrógeno», explicó Manon Rumeau, coautora del estudio. El 95% de su composición es agua y nutrientes como urea, clave para el crecimiento vegetal.
Beneficios ambientales y logísticos
El método disminuiría las emisiones de CO₂ y metano asociadas a la producción de fertilizantes industriales. Además, alivia la carga en plantas depuradoras, que actualmente no pueden procesar altos niveles de nitrógeno en aguas residuales.
Desafíos pendientes
Se requieren más estudios para evaluar el riesgo de acumulación de sal en suelos y posibles emisiones de óxido nitroso, gas con efecto invernadero. La recolección masiva en zonas urbanas es otro obstáculo técnico.
De los laboratorios a los campos
La agricultura convencional depende en un 60% de fertilizantes sintéticos, responsables del 2.1% de las emisiones globales, según la FAO. Su producción consume el 1.2% de la energía mundial y contamina acuíferos. Estudios previos con orina se limitaban a cultivos pequeños.
Un futuro fertilizado con recursos inesperados
La investigación abre la puerta a sistemas circulares donde desechos humanos nutran cultivos. Aunque falta escalar las pruebas, los científicos confían en su potencial para combinar seguridad alimentaria y sostenibilidad.