ONU alerta del deterioro político y represión en Nicaragua
Al menos 1.894 organizaciones han sido ilegalizadas. La ONU presenta un informe que describe la desaparición de la división de poderes y violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Un Estado autoritario consolidado
El informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU señala que los poderes legislativo y judicial son “entidades coordinadas y subordinadas a la presidencia”. La fiscalía está bajo “control presidencial directo” y se han eliminado “protecciones básicas de los derechos humanos”.
Mecanismos de control y represión
El documento denuncia el reconocimiento constitucional de las fuerzas paramilitares y el uso de redes de informantes. Se aplican delitos “amplios y vagos” a defensores de derechos humanos y periodistas. Cualquier persona percibida como opositora puede ser objeto de represalias.
Antecedentes: La represión desde 2018
La situación se agravó tras la represión de las protestas de 2018. Una reforma constitucional del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo desmanteló la división de poderes. Un panel de expertos de la ONU declaró en febrero que Nicaragua se ha convertido deliberadamente en un “Estado autoritario”.
Cierre: Repercusión internacional y llamado a la acción
La ONU exige al gobierno nicaragüense que cumpla con sus obligaciones en derechos humanos. Pide a la comunidad internacional apoyar económicamente a la sociedad civil y a los exiliados. El informe advierte sobre el riesgo si Estados Unidos elimina el estatus de protección temporal para nicaragüenses.