Trump califica asesinato de Charlie Kirk como ataque contra Estados Unidos
73.000 personas asistieron al funeral en Arizona. El presidente definió al activista como uno de «los más grandes patriotas» del país.
Un acto multitudinario con tono político
El presidente Donald Trump intervino en el memorial, un evento que certificó el acoplamiento entre el conservadurismo cristiano y el trumpismo. La agencia EFE señaló que el discurso se acercó más a un mitín político que a un evento funerario.
La narrativa del ataque nacional
Trump afirmó que «el arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros». Sostuvo que el asesinato fue un «ataque contra nuestras libertades más sagradas» y un «atentado contra los Estados Unidos de América».
La repercusión en la alta política
Numerosos miembros del Gobierno de Trump participaron en el acto. Hablaron el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, el de Defensa Pete Hegseth, el de Salud Robert F. Kennedy Jr. y la directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard.
La construcción de un mártir
Stephen Miller, vicejefe de Gabinete, consideró que la labor de Kirk era «salvar a Occidente». Afirmó que las fuerzas conservadoras son «un ejército» que «defiende lo que es bueno» y que «prevalecerá sobre las fuerzas del mal».
Antecedentes del activista
Charlie Kirk fundó con 18 años la organización Turning Point, que lo convirtió en un portavoz del conservadurismo cristiano ultraconservador. Fue asesinado el pasado 10 de septiembre durante un evento en una universidad de Utah.
Implicaciones políticas inmediatas
El funeral consolidó la figura de Kirk como mártir del nacionalismo ultraconservador. El acto unificó el discurso del partido en torno a una narrativa de guerra cultural y ataque a las libertades fundamentales.