Estados Unidos realiza sus mayores maniobras militares en el Caribe en años
La 22ª Unidad Expedicionaria de Marines lideró ejercicios anfibios y de fuego real en la costa sur de Puerto Rico. Incluyeron aviones F-35B, helicópteros de ataque y un submarino nuclear. Las operaciones se enmarcan en las prioridades estratégicas del USSOUTHCOM.
Despliegue de medios sin precedentes
Los ejercicios, los más significativos en la región en años, contaron con helicópteros de ataque AH-1Z, tiltrotors V-22 Osprey y lanchas de desembarco LCAC. El Pentágono justifica el uso de Puerto Rico por su terreno accidentado y condiciones tropicales para entrenar la preparación combativa y la respuesta a desastres.
Contexto de tensiones regionales
Las maniobras ocurren en un momento de máxima tensión con Venezuela. Washington acusa al gobierno de Maduro de dirigir el «Cártel de los Soles» tras interceptar tres buques con narcóticos. Caracas ha respondido desplegando sus propias defensas en la isla de La Orchila.
Reacciones divididas en la isla
La gobernadora Jenniffer González apoyó la misión antidrogas y resaltó el papel de Puerto Rico como frontera caribeña. En contraposición, activistas locales mostraron preocupación por la ansiedad que generan los despliegues sin plazos claros y el trato de la isla como un puesto militar.
Implicaciones estratégicas más allá del narcotráfico
Estrategas señalan que la presencia de cazas furtivos y submarinos indica una postura de disuasión dirigida a actores estatales, no solo al narcotráfico. Esta proyección de poder, unida a las contramedidas venezolanas, crea un entorno de seguridad precario en el Caribe.