Trump designará a Antifa como organización terrorista tras asesinato de Kirk
Donald Trump anuncia planes para designar a Antifa como «organización terrorista principal» tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk en Utah. La medida carece de base legal en EEUU para grupos domésticos.
Un crimen que desencadena una respuesta política
El presidente hizo el anuncio desde Gran Bretaña, instando a investigar a los donantes del movimiento. El asesino, Tyler Robinson, planeó el tiroteo durante una semana y dejó una confesión. Los fiscales piden la pena de muerte.
La compleja realidad de Antifa
Antifa es un movimiento antifascista de izquierdas y descentralizado. Carece de liderazgo formal y sus activistas combaten lo que perciben como fascismo, a veces mediante protestas legítimas y otras con daños a la propiedad y confrontaciones violentas.
Obstáculos legales y críticas
Expertos legales subrayan que no existe un camino legal para etiquetar como terrorista a un grupo doméstico bajo la ley estadounidense. Los críticos ven la movida de Trump como simbólica y con riesgos constitucionales, alertando de grandes preocupaciones por la libertad de expresión.
La investigación del asesino
Los investigadores no hallaron una conexión grupal directa de Robinson con Antifa, pero sí símbolos antifascistas y consignas en las balas. El individuo había adoptado posturas radicales en internet, lo que impactó a su comunidad mormona conservadora.
Antecedentes del movimiento
Antifa opera principalmente en Estados Unidos y partes de Europa. Sus capítulos más militantes organizan protestas de «bloque negro», interrumpen actos públicos y se han visto involucrados en ataques contra objetivos de ultraderecha. Sus partidarios dicen defender los derechos de las minorías; sus críticos lo tachan de extremismo político.
Repercusión nacional
El ataque y la reacción de Trump han avivado el debate sobre el papel del gobierno para abordar el extremismo doméstico. También plantean cuestiones sobre los límites de las libertades civiles. La repercusión legal y política podría moldear la democracia estadounidense en los próximos años.