Cuba sufre su quinto apagón total en menos de un año
Una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras dejó sin electricidad a toda la isla. El corte, ocurrido este miércoles, agrava la severa crisis energética que afecta a la población y al comercio en medio de la debacle económica.
Un sistema al límite
El Ministerio de Energía y Minas informó que se produjo una desconexión total del Sistema Eléctrico Nacional alrededor de las 9.15 hora local. La causa fue una señal falsa de sobrecalentamiento en la caldera de la termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante del país, lo que provocó su salida de funcionamiento y la posterior caída de toda la red.
Reacción y restablecimiento
El primer ministro Manuel Marrero Cruz afirmó que el país cuenta «con una estrategia bien definida» para restablecer el sistema. Mientras, en las calles de La Habana, solo funcionaban unos pocos semáforos acondicionados con paneles solares.
La agonía del ciudadano
Para los 9,7 millones de habitantes, estos cortes generan agonía, tristeza y desesperación. Alina Gutiérrez, un ama de casa de 62 años, expresó su desencanto: «Otro retroceso, otro día perdido… No escampa en este país». La población se ve obligada a recoger agua de forma anticipada, ya que las bombas distribuidoras requieren de corriente para funcionar.
Impacto en el comercio
La crisis golpea de lleno a los negocios privados. Odette León, dueña de una pastelería, explicó que el apagón «nos afecta bastante», ya que aunque tienen una planta generadora, el combustible para hacerla funcionar es escaso y caro de conseguir, lo que conlleva un gasto mayor.
Una crisis energética de larga data
Cuba enfrenta desde hace más de un año una severa crisis energética debido al mal estado de su infraestructura. El servicio depende de ocho obsoletas termoeléctricas y grupos electrógenos que requieren del escaso combustible disponible. Aunque se han instalado 30 parques fotovoltaicos con ayuda de China, de los 52 previstos para este año, esto no ha sido suficiente para disminuir los cortes.
Una luz al final del túnel que no llega
La eficacia de las medidas para resolver la crisis es limitada en el contexto económico actual. Los apagones programados se ampliaron este verano, durando un promedio de 15 horas diarias en agosto. La combinación de una infraestructura obsoleta, escasez de combustible y una economía deteriorada con una inflación galopante y salarios promedio de unos 54 dólares al mes, sugiere que la normalización del suministro eléctrico no será inmediata.