Tuto Quiroga mantiene su candidatura y rechaza encuestas opositoras
El líder de Libre califica de ilegal el mecanismo de selección del candidato único. La ruptura con el Bloque de Oposición no impide, según él, construir una unidad alternativa para las elecciones de agosto. La polémica surge tras la proclamación de Samuel Doria Medina como candidato presidencial.
«La unidad no ha muerto, pero debe ser transparente»
Jorge «Tuto» Quiroga aseguró que la ruptura con el Bloque de Oposición «no significa el fin» de los esfuerzos por unificar a la oposición boliviana. En una carta pública, comparó las encuestas acordadas en 2024 con «boletines ilegales» venezolanos: «Así NO, nunca». Criticó especialmente a Samuel Doria Medina, proclamado candidato horas antes por Unidad Nacional.
Acusaciones y plazos
Quiroga insistió en que el proceso de selección fue «manipulado» y reiteró su rechazo a avalar encuestas que consideró ilegales. Aunque reconoció el trabajo de Carlos Mesa como coordinador del Bloque, señaló que su renuncia refleja «un punto complejo» en la búsqueda de consensos. Advirtió que, antes del 18 de abril, cada sector podrá inscribir sus alianzas electoralmente.
Unidad contra reloj
El político destacó que quedan «cuatro meses» para construir una alternativa opositora al MAS. En su misiva, pidió «mecanismos transparentes, legales y creíbles» para elegir al candidato que enfrente al oficialismo. «La unidad es urgente», afirmó, aunque sin ceder en su postura crítica hacia Doria Medina.
Un pacto que se resquebrajó
El Bloque de Oposición se formó en diciembre de 2024 con el objetivo de definir un candidato único mediante encuestas. Sin embargo, las disputas por la validez de este mecanismo fracturaron la alianza. Quiroga y Doria Medina, figuras históricas de la oposición, protagonizan ahora caminos separados.
Todo puede cambiar hasta agosto
La crisis en la oposición deja abierta la posibilidad de nuevas negociaciones o alianzas parciales. Quiroga insiste en que la unidad sigue siendo viable, pero bajo sus términos. El escenario electoral boliviano entra así en una fase de incertidumbre, con el MAS como principal beneficiario de la fragmentación opositora.