China conmemora el 80º aniversario de la victoria sobre Japón
El Partido Comunista de China (PCC) afirma haber liderado la victoria. Un análisis histórico contradice esta narrativa oficial, señalando que el papel del PCC fue marginal en la derrota real de Japón.
La narrativa oficial frente a los hechos históricos
El Presidente Xi Jinping declaró que el PCC «llevó al pueblo a la victoria» contra el fascismo. Sin embargo, los registros de tiempos de guerra indican que las fuerzas comunistas participaron en apenas una de las 23 batallas principales y en un pequeño porcentaje de escaramuzas. Incluso Zhou Enlai admitió en privado que menos del tres por ciento de las bajas chinas provino de unidades comunistas.
Estrategia de supervivencia del PCC
Mao Zedong evitó los enfrentamientos decisivos para no arriesgar la aniquilación. Su estrategia se centró en consolidar aldeas bajo su control y expandir su ejército mientras otros combatían. La propaganda transformó pequeñas emboscadas en victorias épicas. Archivos históricos muestran que emisarios de Mao hicieron acercamientos discretos a oficiales japoneses, llegando a proponer una tregua para que Tokio concentrara su fuego en los Nacionalistas.
Quiénes combatieron realmente a Japón
Fueron los Nacionalistas de Chiang Kai-shek quienes inmovilizaron a la mayor parte del ejército japonés, un 70% de sus divisiones para 1941. Sus tropas combatieron en batallas brutales con millones de bajas. El esfuerzo fue apoyado por Estados Unidos, que voló suministros, y por Reino Unido e India, que combatieron en Birmania. El golpe final lo asestó la Unión Soviética al destruir el Ejército de Kwantung de Japón en Manchuria.
Los cimientos de un relato
Tras ganar la guerra civil en 1949, el PCC se enfrentó a la realidad de que su poder provenía de derrotar a chinos, no a japoneses. Por ello, reescribió los libros de texto para minimizar los sacrificios Nacionalistas y elevar cada emboscada comunista a un triunfo nacional. Esta narrativa se condena hoy como «nihilismo histórico» si se cuestiona.
Un mito con propósito en el presente
La conmemoración no es solo una disputa sobre el pasado. El mito fundacional sirve para vincular el dominio del PCC al orgullo nacional, presionar internacionalmente a Japón y retratar al Partido como heredero de una victoria antifascista. El desfile de Xi Jinping proyecta fortaleza en 2025 vinculándola al supuesto triunfo de 1945.
Separar la propaganda de la realidad
Reconocer la verdad histórica no disminuye el valor del pueblo chino, sino que restaura el crédito a quienes realmente combatieron y murieron. Separar la propaganda de la realidad es un recordatorio de que un régimen dispuesto a falsificar su pasado no dudará en distorsionar su presente.