Sébastien Lecornu asume como nuevo primer ministro de Francia
Promete sacar al país de la crisis y buscar una colaboración con la oposición. Asumió el miércoles en una ceremonia breve, reemplazando a François Bayrou, quien fue destituido tras perder un voto de confianza.
Un nuevo timón para una Francia en crisis
El nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, juró el cargo en el Hôtel de Matignon. Afirmó: «Lo conseguireremos (…) No hay camino imposible». Anunció que tendrá que cambiar la colaboración con la oposición y se reunirá con líderes políticos y sindicales en los próximos días.
Un producto puro macronista
Lecornu, ministro durante ocho años, es descrito como el «hombre de confianza» del presidente Emmanuel Macron. Su tarea es enfrentar una crisis social, económica y política, con una Asamblea Legislativa sin mayoría y bajo la amenaza permanente del voto de censura.
Reacciones y el desafío de la oposición
La designación fue recibida con escepticismo y oposición inmediata. La ecologista Marine Tondelier la calificó de «provocación». El Partido Socialista expresó su escepticismo, mientras que Francia Insumisa advirtió que presentará una moción de censura espontánea el primer día de la sesión parlamentaria.
La ardua tarea de formar gobierno
Lecornu comenzó de inmediato su ronda de negociaciones con diversos partidos, incluidos Los Republicanos y el grupo Horizons. Debe consultar a los partidos antes de nombrar a sus ministros, un proceso que, según una fuente ministerial, podría llevar al menos dos semanas.
Gobernar en minoría
El presidente Macron considera una alianza con Los Republicanos y posiblemente con diputados del Partido Socialista como una garantía virtual para sobrevivir en la Asamblea Nacional. Lecornu tiene la tarea de elaborar un «pacto de no agresión» para aprobar el presupuesto de 2026, lo que podría requerir concesiones.
Un equilibrio político frágil
Francia se encuentra en una crisis profunda y bloqueada, con una Asamblea Nacional sin mayoría. El anterior primer ministro, François Bayrou, cayó tras perder un voto de confianza contra su proyecto de reducir la enorme deuda pública francesa.
Un mandato bajo la espada de Damocles
El éxito del nuevo gobierno depende de su capacidad para negociar y conseguir apoyos en una Asamblea fragmentada. El experto constitucional Benjamin Morel advierte: «Nada garantiza el éxito de semejante proyecto», subrayando que si Los Republicanos entran en crisis o el Partido Socialista está de mal humor, el primer ministro caerá.