Presidente Arce niega existencia de cárteles en Bolivia tras revelación de capo
Un viceministro contradice al Mandatario y señala a Santa Cruz como santuario del PCC. Una investigación brasileña reveló que el principal líder de esta organización criminal reside en el departamento cruceño desde hace más de una década.
Declaraciones en contradicción
El presidente Luis Arce aseguró que «no existe evidencia de que existan cárteles» en Bolivia, atribuyendo la presencia criminal a «emisarios» que promocionan el negocio. En contraste, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, afirmó que Santa Cruz es considerada un «santuario» para el Primer Comando de la Capital (PCC). Aguilera detalló que los miembros de estos cárteles llegan al país para «enfriarse», obteniendo documentación falsa.
La investigación que desató las declaraciones
La red brasileña O Globo reveló que Sergio Luiz de Freitas Filho, alias “Mijão”, principal líder del PCC, vive en Santa Cruz desde hace más de una década, llevando una vida de lujo en exclusivas urbanizaciones. El Presidente boliviano indicó haberse enterado de esta situación a través de los medios extranjeros.
Acciones anunciadas y críticas
Arce instruyó al Ministerio de Gobierno a esclarecer el caso y espera coordinar con las autoridades brasileñas. Por su parte, el viceministro Aguilera enfatizó la necesidad de aumentar la presencia policial en el Trópico de Cochabamba y acusó a los gobiernos municipales de no dotar de condiciones básicas a la policía.
Un escenario complejo para la seguridad
Bolivia enfrenta una creciente preocupación por el crimen organizado transnacional. La revelación de la residencia de un capo narcotraficante de alto perfil en Santa Cruz, un departamento que ya registra altos niveles de violencia, pone en evidencia los desafíos para las fuerzas de seguridad del país.
La coordinación internacional será clave
La eficacia para abordar esta situación dependerá de la verificación de la información y de la colaboración con Brasil. Las declaraciones contradictorias entre el Presidente y su viceministro reflejan la complejidad del problema y la necesidad de una respuesta unificada y efectiva.