Arturo Murillo enfrenta audiencias pese a condenas por caso Gases
Sus sentencias no están ejecutoriadas debido a apelaciones pendientes. El exministro permanece en detención preventiva en la cárcel de San Pedro, La Paz. La Procuraduría solicita esta medida para asegurar su presencia en el proceso.
Un limbo legal: Condenado pero no sentenciado
El procurador general del Estado, Ricardo Condori, explicó que aunque un tribunal haya determinado su culpabilidad, aún existen trámites legales pendientes, como apelaciones y revisiones, que retrasan la aplicación de la pena. Mientras tanto, las autoridades judiciales toman medidas como la detención preventiva para asegurar su presencia durante el proceso.
Las condenas pendientes
Arturo Murillo fue condenado a 8 años de privación de libertad en el caso ‘Gases Brasil’ y a 5 años y 4 meses en el caso ‘Gases Ecuador’. Sin embargo, ambas sentencias están pendientes de ejecución debido a que han sido apeladas.
La estrategia de la Procuraduría
La Procuraduría solicita medidas cautelares para evitar que el acusado pueda evadir la justicia. «Solicitaremos el mandamiento de condena de estos procesos judiciales tan pronto como las sentencias sean ejecutoriadas», señaló el procurador Condori.
Traslados y audiencias suspendidas
Murillo fue recluido inicialmente en el penal de San Pedro, tras una audiencia realizada el sábado. La Procuraduría apeló esta decisión, habiendo solicitado que fuera trasladado al penal de Chonchocoro. Además, la audiencia programada para el domingo fue suspendida y reprogramada para el lunes a las 14:00, de manera virtual, según su abogado defensor, Jaime Tapia.
Un proceso en marcha
Los casos judiciales contra el exministro de Gobierno se relacionan con la adquisición de gases lacrimógenos para la Policía Boliviana, operaciones que han sido investigadas por presuntas irregularidades. Estos procesos se han desarrollado a lo largo de varios años, siguiendo el curso legal establecido en el país.
A la espera de la sentencia firme
La situación legal de Murillo permanecerá en un estado de incertidumbre hasta que se resuelvan todas las apelaciones y las sentencias en su contra queden firmes. Solo entonces se procederá a la ejecución efectiva de las condenas y a la posible reparación de daños.