Boliviano se fortalece y peso argentino se desploma en ciudades fronterizas
1.000 pesos argentinos equivalen ahora a Bs 8,5. La moneda argentina se depreció frente al boliviano desde comienzos de septiembre. Economistas atribuyen el cambio a un reajuste en el régimen monetario argentino y a la baja del dólar en Bolivia.
Un cambio que marca la frontera
El boliviano recuperó su valor en las ciudades fronterizas de Bermejo y Yacuiba, en el departamento de Tarija. Mientras que antes se conseguía 1.000 pesos argentinos por Bs 14 y 15, la divisa de Argentina comenzó a depreciarse, situándose la venta en Bs 8,5 por cada 1.000 pesos y la compra en Bs 7,8.
La visión de los expertos
El economista Julio Álvarez afirmó que «el boliviano recuperó su valor en los últimos días» tras la bajada en la cotización del dólar en Bolivia. Sin embargo, señaló que esta diferencia «no va a influir en el comercio, el turismo y el contrabando» de productos bolivianos hacia Argentina, ya que estos siguen teniendo precios más baratos.
Impacto en el comercio irregular
Por su parte, el economista Luis Fernando Romero indicó que la depreciación del peso argentino se debe a un reajuste en el régimen monetario de dicho país. Añadió que la disminución del valor adquisitivo del peso afectará al contrabando a la inversa de manera importante, con una reducción del 50%, aunque podría recuperarse dependiendo de la economía argentina. Romero agregó que por ahora no se vislumbra el contrabando desde Argentina hacia Bolivia debido a que los productos comestibles siguen siendo elevados.
Vecinos con economías en contraste
El fenómeno cambiario se enmarca en las diferentes políticas económicas de ambos países. Las autoridades económicas de Argentina realizaron un reajuste en su régimen monetario a causa de un desequilibrio temporal en los mercados y el comercio exterior, lo que ha impactado directamente en el valor de su moneda frente al boliviano.
Una frontera que espera
La situación cambiaria actual podría tener un efecto temporal en el flujo de contrabando, pero su evolución final dependerá de la estabilización de la economía argentina. El comercio formal y el turismo en la frontera parecen mantenerse estables por la ventaja de precios que aún ofrece Bolivia.